(Desde Santiago, Chile) Le llueve sobre mojado el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad. Tras el pésimo rendimiento de la selección nacional en la Copa América - de la que fue eliminada sin marcar un solo gol -, y luego de perder la ANFP este miércoles un dilatado juicio que mantenía con TNT Sports por el que deberá pagar la suma de USD 36 millones, ahora es el caso de una violación grupal en el equipo de Cobreloa el que tiene más que complicado al mandamás del fútbol chileno, hecho ocurrido en 2021 en la sede del club en Calama (1,500 kms al norte de Santiago).
Y es que este jueves, la Comisión Especial Investigadora por Agresiones Sexuales en el Deporte de la Cámara de Diputados ofició sancionar a Milad, así como a los dirigentes del club naranja Luis Fuentes, Marcelo Pérez, Eduardo Ramírez y Luis Vera, por su responsabilidad en el incumplimiento del protocolo para prevenir y castigar delitos sexuales en el fútbol chileno, asunto que quedó en manos del Comité Nacional de Arbitraje Deportivo, que deberá dictar una pena.
Los hechos
El caso se remonta al 16 de septiembre de 2021, cuando una joven identificada como Valentina denunció haber sido violada en manada por nueve excadetes del cuadro naranja, luego de un asado de celebración por Fiestas Patrias.
Sin embargo, pese a los antecedentes, desde Cobreloa negaron el caso en un principio y afirmaron tras una investigación encargada por el propio club que las acusaciones “no eran verídicas”.
En concreto, los involucrados son: Óscar Ramírez Mendoza, Cristóbal Saravia Arredondo, Jhan Góngora Ordoñez, Rivaldo Hernández Pizarro, Nicolás Navarro Villafuerte, Patricio Romero Leiva, Lucas Román Avilés, Joaquín Agüero Núñez y Luciano Parra Villanueva, según detalló el diario La Tercera.
La propia víctima entregó en su testimonio crudos detalles de cómo fue abusada:
“Me pegaron cachetadas, con un cinturón, me ahorcaron, eran bastante violentos”, relató, asegurando que en el lugar los jóvenes habían consumido alcohol, marihuana y cocaína, cosa que ella también reconoció haber hecho.
En detalle, la joven contó que “llegué a esa casa como a las 22.30 horas, me invitó un amigo que yo tenía en ese tiempo, porque comenzaban las Fiestas Patrias y se trataba de un asado”.
“Yo fui con uno al baño, y llegando al baño me encuentro que hay dos personas más. Ahí intento salir del baño, y me toman de los brazos y me llevan a una pieza. Ahí habían más personas”, detalló. “Traté de escaparme, estaba shockeada, por eso no hice nada”, subrayó.
También confirmó que los agresores realizaron al menos una videollamada mientras todo sucedía: “Me mostraban (por la cámara) y decían ‘mira como tenemos a esta mina’ y se reían. Me sentía mal, me sentía sucia, pero yo decía que si me dejaba, iba a ser más rápido. Si me oponía podían hacer algo peor”.
“Uno de ellos tenía el cinturón puesto, se lo sacó y me lo puso en el cuello y me empezó a ahorcar. Después me pegaban con el mismo cinturón”, acusó la joven.
Finalmente, y tras casi tres años, el Ministerio Público logró reunir las pruebas suficientes y formalizó en mayo pasado a los presuntos responsables, dejándolos en prisión preventiva mientras dura la investigación.
Entre dichas pruebas se cuentan peritajes realizados por la Brigada Investigadoras de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI), los que permitieron concluir que ocho de los imputados agredieron sexualmente a la joven. El noveno, Román Avilés, no habría participado del hecho, pero sí grabó el momento en que todo ocurrió.
Los investigadores concluyeron también que, aunque Valentina desistió de la denuncia en un principio, el delito sí ocurrió.