Una corte de Ecuador sentenció este viernes a entre 12 y 34 años de prisión a cinco acusados por el brutal asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto del año pasado.
El periodista y ex legislador Villavicencio recibió un disparo cuando salía de un acto de campaña en agosto de 2023, convirtiéndose en la víctima más destacada de la espiral de violencia en Ecuador.
La sentencia, leída por el juez Milton Maroto, es en primera instancia y puede ser apelada tanto por la fiscalía como por la defensa. El juicio comenzó a finales de junio.
Los fiscales acusaron a dos de los procesados de pertenecer a la banda criminal Los Lobos, una de las 22 agrupaciones designadas como terroristas por el presidente Daniel Noboa en enero.
Según la fiscalía, Carlos Edwin Angulo Lara, conocido como ‘El Invisible’, dio la orden de asesinar a Villavicencio desde la cárcel, mientras que Laura Dayanara Castillo se encargaba de la logística con armas, dinero y vehículos para los sicarios.
Tanto Angulo como Castillo fueron condenados a 34 años y ocho meses.
Erick Ramírez, Víctor Flores y Alexandra Chimbo, en calidad de cómplices, fueron condenados a 12 años.
Villavicencio, cuyo periodismo sacó a la luz la corrupción y las conexiones entre el crimen organizado y los políticos, había sufrido amenazas durante mucho tiempo.
La fiscalía está investigando por separado quién solicitó el asesinato.
Uno de los sicarios murió en el lugar del asesinato de Villavicencio y otros siete sospechosos -en su mayoría ciudadanos colombianos- fueron asesinados en octubre mientras se encontraban en prisión preventiva.
Los amigos y familiares de Villavicencio han denunciado los múltiples retrasos y han instado a que se investigue quién ordenó el homicidio.
Verónica Sarauz, viuda de Villavicencio, había pedido a los jueces el viernes en un posteo en X que aplicaran todo el peso de la ley a los acusados.
De acuerdo con la justicia ecuatoriana, Víctor Flores fue el encargado de dar seguridad a la moto en la que se transportaba el sicario que disparó contra Villavicencio, en tanto que Alexandra Chimbo se ocupó de alertar a los pistoleros sobre la salida del candidato. Erick Ramírez hizo el trabajo de logística en el lugar del crimen.
El día del magnicidio otras 13 personas resultaron heridas durante el ataque, incluidos policías, militares y simpatizantes de Villavicencio.
“Necesitamos conocer toda la verdad y que esto no se vuelva a repetir”, escribió en la red social X Amanda Villavicencio, hija del presidenciable asesinado. “No crean que nos vamos a conformar con estos 5 delincuentes. Narcoasambleístas, por este asesinato, presos deben ir”, agregó.
Entre las versiones presentadas a lo largo del juicio que empezó el 25 de junio, un testigo protegido afirmó que la “cabeza” de Villavicencio “valía 200.000″ dólares y que en el caso estaban implicadas personas vinculadas al gobierno del presidente Rafael Correa (2007-2017). El ex mandatario, que vive en Bélgica y es considerado un prófugo en Ecuador, niega cualquier vínculo con el magnicidio.
(Con información de AFP y Reuters)