Más de 5 millones de migrantes han ingresado de manera irregular a Estados Unidos a través de su frontera sur en los últimos dos años, y Nicaragua se ha convertido en una puerta crucial para aquellos provenientes de regiones sin conexión terrestre como el Caribe, Asia y África.
Una investigación publicada por la BBC señala que los migrantes eligen volar primero a Managua, capital de Nicaragua, para evitar el peligroso paso por el Tapón del Darién, una selva letal entre Colombia y Panamá. Desde la capital nicaragüense, solo tres países —Honduras, Guatemala y México— los separan de su destino final.
El dictador Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, eximen de visado a las principales nacionalidades que migran hacia Estados Unidos. Esta medida no solo presiona políticamente a Washington, sino que aporta importantes ingresos económicos a sus arcas.
Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del think tank Diálogo Interamericano, afirmó a BBC Mundo que más de 300.000 personas entraron en Estados Unidos de manera ilegal desde Nicaragua entre 2023 y 2024, representando casi el 10% de toda la migración a la frontera sur.
Vuelos sospechosos
Un Boeing 777-200 operado por la aerolínea Ghadames Air aterrizó el pasado 4 de junio en el Aeropuerto Augusto C. Sandino de Managua, tras realizar una escala en Libia. Este vuelo procedente de Kazajstán fue el tercero de esta aerolínea en menos de un mes que llegó a la capital nicaragüense.
Según 100% Noticias, un medio de investigación nicaragüense, en el vuelo viajaban más de 300 pasajeros, la mayoría de nacionalidad india.
Estos vuelos han despertado interés debido a un suceso ocurrido el 23 de diciembre de 2023, cuando un avión procedente de Dubai y con destino a Managua fue interceptado en Vatry, Francia, a raíz de una denuncia anónima sobre tráfico de personas. Las autoridades francesas deportaron a 276 pasajeros indios y 27 solicitaron asilo en Francia. Este episodio es el único registrado donde un vuelo cargado de migrantes no logró arribar a Managua.
De acuerdo con Orozco, entre mayo de 2022 hasta mayo de 2023 aterrizaron en la capital nicaragüense “unos 1.200 vuelos contratados de forma privada para transportar pasajeros que fueron directamente en ruta a la frontera sur con Estados Unidos”.
Diversidad de rutas de migración hacia EEUU
El país centroamericano se ha convertido en un punto de tránsito clave para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Aunque los vuelos desde Asia y África han captado la atención mediática, la mayor parte de los migrantes provienen de países más cercanos como Cuba, Haití y, en menor medida, República Dominicana.
Desde que el régimen de Ortega permitió la entrada sin visa a los cubanos en 2021, Nicaragua ha servido como una vía crucial en el mayor éxodo de la historia de Cuba, con más de medio millón de cubanos migrando en los últimos dos años y medio.
En respuesta, Estados Unidos ha impuesto sanciones desde noviembre de 2023. También implementó un programa de visados a principios del año pasado, estableciendo cupos para que cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses puedan migrar de manera legal. Haití también reaccionó a la situación al prohibir en octubre todos los vuelos chárter hacia Nicaragua.
Nicaragua ha ampliado sus políticas de exención de visados y ha firmado acuerdos con aerolíneas pequeñas como Ghadames Air para atraer a migrantes de diversas nacionalidades, incluyendo indios, kazajos, uzbekos, kirguises y marroquíes. Entre diciembre de 2023 y mayo de 2024, se realizaron más de 30 vuelos chárter, de los cuales 15 procedían de fuera del continente.
Destaca la llegada de vuelos desde Marruecos (2), Libia (3) y vuelos múltiples desde Curazao, Ámsterdam, Alemania (Kirchberg) y Francia (Chalons). La última advertencia de Estados Unidos ocurrió ante un vuelo de Ghadames Airlines proveniente de Libia, según indicó el experto Manuel Orozco.
Arturo McFields, periodista exiliado y ex embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), señaló que Ortega no solo ha promovido los vuelos, sino que ha abierto embajadas en algunos países emisores, africanos y ex repúblicas soviéticas, para garantizar una mejor coordinación de estos vuelos.
Migración lucrativa
El régimen de Nicaragua ha convertido la situación migratoria en una fuente significativa de ingresos y un instrumento político, señalan diversos analistas. Entre enero y octubre de 2023, el régimen nicaragüense habría recaudado aproximadamente 65,9 millones de dólares en tasas y multas a migrantes en tránsito, según cifras del medio nicaragüense Confidencial. Además, en los primeros tres meses de 2024, estos ingresos llegaron a los 8,4 millones de dólares.
El sistema operado por el régimen de Daniel Ortega abarca varias fuentes de ingresos. Según Manuel Orozco, el gobierno facilita los trámites de vuelos, procesamiento de visados y, en algunos casos, el transporte y la estadía en Managua. “Los intermediarios comerciales organizan un paquete completo, que montan en cooperación con el gobierno de Nicaragua”, afirma Orozco.
Esta colaboración permite a la administración de Ortega obtener ingresos a partir de impuestos de uso del aeropuerto, tasas de visado y gastos de transporte y estadía. Además, existe un salvoconducto de 150 dólares para migrantes que cruzan desde Costa Rica sin visado.
El precio de un vuelo de ida desde Cuba a Nicaragua ha sido en promedio de 3.000 dólares en los últimos dos años, y los migrantes suelen pagar entre 10.000 y 15.000 dólares para la ruta completa hasta la frontera entre México y Estados Unidos. Parte de estos fondos va a parar a manos del gobierno de Ortega y sus allegados. Sin embargo, se desconoce exactamente la cantidad total recaudada y el destino final de estos recursos.
Presión a Washington
A nivel político, el manejo de la migración irregular le otorga al gobierno nicaragüense una herramienta adicional en sus negociaciones bilaterales con Estados Unidos. McFields, sostiene que “los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela han utilizado el tema migratorio para presionar a Estados Unidos”. Ortega podría usar esta situación para obtener algún tipo de concesión de Washington.
Las implicaciones de esta estrategia para Estados Unidos son múltiples. Por un lado, se incrementa el número de llegadas de indocumentados a la frontera sur, lo que sobrecarga los recursos de las autoridades estadounidenses. Manuel Orozco advierte que otra preocupación es la potencial llegada de personas con intenciones criminales o terroristas desde Nicaragua, cuyo historial es desconocido.
La administración de Biden considera esta situación una amenaza a la seguridad. Un portavoz del Departamento de Estado afirmó que las “autoridades nicaragüenses conocen muy bien nuestras preocupaciones” y agregó que, aunque los gobiernos regionales colaboran para reducir la migración irregular, Nicaragua ha decidido no hacerlo.