El Ministerio de Defensa Nacional de Uruguay compró seis aviones al fabricante brasileño Embraer con el objetivo de patrullar y blindar las fronteras. La adquisición del modelo Super Tucano implica una inversión de USD 100 millones, que va en la línea con un plan que se fijó el gobierno de Luis Lacalle Pou de “renovación de las fuerzas”, explicó el ministro Armando Castaingdebat en una conferencia de prensa.
El titular de Defensa Nacional fue este lunes a una comisión del Senado a dar detalles de la compra realizada por la Fuerza Aérea Uruguaya.
El gobierno también adquirió un avión llamado Brasilia, al que le pretende adaptar la puerta trasera para habilitarlo a hacer traslados sanitarios, y que es similar a uno que ya tiene la fuerza uruguaya.
La compra a Embraer, en tanto, será de seis aviones Super Tucano. “Significaría un antes y un después en la Fuerza Aérea Uruguaya, en una política de tratar de blindar lo más posible la frontera uruguaya”, adelantó el ministro.
El ministro se contactó este lunes con los responsables de la empresa brasileña, quienes le confirmaron que esta semana llegarían las aeronaves a Uruguay. Sin embargo, aún quedan algunos trámites para cerrar, relacionados con la garantía y el aval originales.
La compra anunciada este lunes estará acompañada también de un “paquete tecnológico” ya que el gobierno evalúa diferentes ofertas para comprar radares. “En caso de poder concretar, es de las lindas noticias no solo para la Fuerza Aérea sino para el Uruguay entero, para poder avanzar en el blindaje de fronteras”, dijo.
En su página web, Embraer destaca que el modelo A-29 Super Tucano tiene una “amplia flexibilidad operativa y maniobrabilidad” y asegura que es el “único avión de ataque ligero diseñado desde el principio para satisfacer las demandas del combate aéreo”. La velocidad, altitud y alcance son “excepcionales”, y es “altamente maniobrable” para “interceptar aeronaves”.
En la gestión de la compra de estos aviones intervino el presidente Luis Lacalle Pou y su par brasileño Lula da Silva, informó El País. Los jefes de Estado se encontraron en la Cumbre del Mercosur en Paraguay y, si bien no estaba pactado de antemano un encuentro entre ellos, sí hubo espacio para unos breves minutos de charla. En ese diálogo se cerró un acuerdo que se venía negociando desde hace un buen tiempo.
La conversación entre presidentes se concretó entre el final de la cumbre y el almuerzo que tuvieron los mandatarios en Asunción. En ese breve intercambio, se cerró la operación que incluye la compra por USD 100 millones por las seis aeronaves a pagar en un plazo de entre 10 y 15 años. En el gobierno consideran que la inversión será clave para mejorar el control del espacio aéreo y para tener más herramientas para contener al narcotráfico.
El nuevo avión Brasilia, en tanto, tiene un costo de algo más de USD 1 millón y sustituirá al que actualmente tiene en uso la Fuerza Aérea.
La renovación de la flota es una meta que se trazaron las autoridades al inicio de la gestión. El anterior ministro, Javier García, gestionó la compra de dos aviones Hércules por US$ 24 millones, dos helicópteros y acordó la compra de dos patrullas oceánicas a un astillero español.
En diciembre de 2020 se inició la renovación del equipamiento de la Fuerza Aérea con el arribo del primero de los Hércules. “Hoy comienza un proceso de modernización de equipamiento imprescindible. Con esta incorporación hay más soberanía, más seguridad humana, más protección civil”, destacó entonces el jerarca.
La Armada Nacional, en tanto, también inició un proceso de renovación de flota que incluyó –además de la compra de dos buques oceánicos–, la llegada de nuevos guardacostas, lanchas de búsqueda y rescate y un buque de investigación científica.