En las elecciones nacionales de octubre, los uruguayos no solo definirán quién será el próximo presidente y la conformación del Parlamento. En los comicios la población tendrá que decidir si respalda o no el plebiscito sobre seguridad social, que busca establecer en 60 años la edad mínima de retiro, equiparar la jubilación mínima al salario mínimo y eliminar las administradoras de fondos previsionales (AFAP), que gestionan los fondos de pensión.
El plebiscito fue impulsado por la central sindical PIT-CNT y surgió como respuesta a la reforma previsional del gobierno, que además de aumentar la edad de retiro de 60 a 65 años extendió los fondos de pensión a todos los nuevos trabajadores que ingresan al mercado laboral.
La reforma previsional fue una de las leyes emblemáticas de la administración de Luis Lacalle Pou, quien decidió que hará campaña para defenderla, según declaró a Búsqueda y El País. El presidente de Uruguay no tiene permitido hacer política partidaria durante la gestión, pero aseguró que su intención “no es hablar de política” sino de la importancia que tiene mantener vigente la normativa. “La voy a defender”, dijo el jefe de Estado, aunque señaló que todavía no tiene definida una estrategia.
Lacalle Pou considera que el tema central de esta reforma no está en el impacto económico que tendría el plebiscito, sino en la necesidad de reformar un sistema cuya viabilidad estaría comprometida en el mediano plazo. El presidente buscará llevar el debate a la falta de voluntad política que hubo durante los 15 años de gobierno del Frente Amplio para reformar el sistema, según adelantó a los medios uruguayos.
El mandatario buscará también rebatir una de las principales críticas de la oposición, cuyos dirigentes cuestionan la falta de diálogo que hubo para reformar el sistema. La estrategia del gobierno para aprobar esa ley emblema fue la creación de una Comisión de Expertos en Seguridad Social, integrada por los representantes de la coalición de gobierno, el Frente Amplio, trabajadores, jubilados y empresarios.
Además, el presidente le exigirá a algunos actores relevantes del Frente Amplio, como el candidato Yamandú Orsi, que se expresen con claridad respecto al tema.
La discusión del plebiscito de seguridad social pone en una posición incómoda a la izquierda. Si bien el Frente Amplio votó en contra de la ley de Lacalle Pou en el Parlamento, propuso para un eventual nuevo gobierno iniciar un diálogo social para impulsar una nueva reforma jubilatoria. La propuesta del PIT-CNT fue en otra dirección.
Orsi ya se expresó en contra del plebiscito, pero el Partido Comunista, el Partido Socialista y otros sectores minoritarios del Frente Amplio respaldaron la iniciativa. El Movimiento de Participación Popular –el espacio histórico del expresidente José Mujica y al que pertenece Orsi– está en contra de la papeleta, como también otros sectores socialdemócratas.
La compañera de fórmula de Orsi, Carolina Cosse, no ha definido una posición. La intendenta de Montevideo (que renuncia al cargo esta semana) es apoyada por los sectores más radicales del Frente Amplio, aunque también tiene el respaldo de sectores que están en contra del plebiscito.
Mientras tanto, la coalición de gobierno está abroquelada en contra de la propuesta. “En esto hay que ser muy claros, nos jugamos demasiado”, escribió el candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado.
El postulante ex ministro de Trabajo y Seguridad Social y postulante por el Partido Independiente, Pablo Mieres, llamó al resto de los candidatos del oficialismo a firmar un documento que expresa “la grave afectación que representaría el apoyo al plebiscito que promueve el PIT-CNT”.
El postulante por el Partido Colorado, Andrés Ojeda, y por Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, firmaron la declaración. Mieres también invitó a Orsi a apoyar esta iniciativa, pero el candidato a presidente declinó hacerlo.