Una líder ecologista exige considerar a los animales acuáticos como “seres sintientes” en la nueva Ley de Pesca de Chile

“Si perros y gatos tienen personalidad propia, ¿por qué los peces no habrían de tenerla?”, comentó a Infobae Ignacia Uribe, presidenta de Fundación Veg, tras la polémica surgida por su presentación ante el Congreso chileno para reducir el sufrimiento de los seres marinos

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La periodista y máster en
La periodista y máster en Derecho Animal analizó la polémica surgida tras abogar por reducir el sufrimiento de los animales marinos en el Congreso chileno

(Desde Santiago, Chile) Hace poco más de un mes Ignacia Uribe, periodista, máster en Derecho Animal y CEO de la Fundación Veg, que desde hace 12 años promueve la alimentación 100% vegetal, se plantó frente a la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados chilena y abogó por reducir el sufrimiento de los animales marinos para el consumo humano -léase peces, moluscos y crustáceos -, asegurando que se trata de seres “sintientes”, muchos de ellos incluso con personalidad propia.

“La verdad es que los peces son más que números y toneladas (...) Cada uno de esos peces es un individuo con su personalidad, pensamientos, intereses y memoria, hay peces tímidos y atrevidos (...) han aprendido a jugar fútbol, a hacer trucos y utilizar herramientas”, señaló Uribe en dicha oportunidad, según consignó una nota de La Tercera.

Sus argumentos fueron recogidos por el diputado Jorge Brito (Frente Amplio), presidente de la Comisión en cuestión, quien propuso semanas después una indicación tendiente a proteger los recursos marinos sintientes, moción que rezaba así: “Bienestar animal. El Estado establecerá los mecanismos necesarios para garantizar el correcto manejo de los recursos hidrobiológicos sintientes en la pesca industrial. En todo momento se deberá respetar el estado físico y mental del animal, por lo que estará estrictamente prohibido generarles estrés y dolor innecesario, tratarlos de forma cruel, o prolongar su agonía”.

La iniciativa fue rechazada hace unos días con sarcásticas declaraciones tanto de la oposición como de algunos en el oficialismo, pero los ataques vinieron principalmente del diputado opositor Sergio Bobadilla (UDI), quien esgrimió una nota de La Tercera que acusaba que el polémico apartado propuesto por Brito era un “copy-paste” de la propuesta de la ONG dirigida por Ignacia Uribe.

Bobadilla ya había sido criticado severamente por Brito tras descubrirse -gracias a un reportaje del medio de investigación Ciper-, que 211 de las indicaciones que el UDI sugirió para la nueva ley habían sido copiadas íntegramente de un informe emitido por Sonapesca, nada menos que la organización gremial de las pesqueras.

Ahí comenzó una guerra de declaraciones que tiene a la Comisión de Pesca en llamas y a la autora del libro “Cómo ser vegan hoy” en el centro de atención, puesto que los memes en las redes sociales no se hicieron esperar e incluso traspasaron las fronteras hasta Argentina, desde donde también festinaron con los famosos peces futbolistas.

Los ya famosos peces futbolistas en China.

Argumentos científicos

Instalada en Ciudad de México, desde donde expande su labor a toda América Latina, Uribe recogió el guante y en conversación con Infobae, aseguró que, guste o no y aunque parezca gracioso, su propuesta se basaba en argumentos científicos y en dos declaraciones claves al respecto.

“La primera es la Declaración de Cambridge, en 2012, donde varios neurocientíficos y académicos como Stephen Hawkins y Philip Low -quien también envió una carta a la Comisión de Pesca-, firmaron diciendo que todos los animales, tanto vertebrados y algunos invertebrados como los pulpos, son capaces de sentir y muchos incluso tienen conciencia, es decir, razonamiento. Y este año también se publicó la Declaración de Conciencia de Nueva York, donde académicos ahondaron en el tema de los invertebrados acuáticos”, dice al otro lado de la línea.

-Es sabido que delfines, ballenas y pulpos se encuentran entre los animales más inteligentes del reino animal.

-Claramente, y los cerdos también son muy inteligentes y son de los animales más explotados en el mundo. Pero el tema acá no es la inteligencia, sino la capacidad de sentir, y eso es lo que queríamos explicar en la Comisión de Pesca, a fin de reducir el sufrimiento de estos animales.

-¿Te dolieron las burlas? Porque traspasaron fronteras...

-Bueno, llegó solo hasta Argentina, donde hace poco prohibieron a nuevas salmoneras y nadie hizo ningún escándalo. Pero creo que esto tiene un contexto claro, y es que un diputado de la Comisión copió 200 indicaciones directamente de un informe de la industria pesquera, algo que no es comparable con una indicación que nosotros presentamos públicamente.

-¿El diputado Brito no hizo copy-paste de la propuesta de tu Fundación?

-No, lo que él hizo fue patrocinarla, que es distinto. Lo del diputado Bobadilla es completamente diferente. Y cuando fue descubierto gracias al reportaje de Ciper, utilizó nuestro caso a modo de revancha. Entonces empezaron a salir titulares tendenciosos y se politizó una discusión que, lamentablemente, debería ser transversal, porque este es un tema científico que en otros países es apoyado tanto por políticos de derecha, como de izquierda. En Inglaterra, por ejemplo, conservadores y liberales apoyan las temáticas de bienestar animal y los peces y camarones han sido reconocidos como animales sintientes. Ahí están todos de acuerdo.

- ¿Lo de los peces futbolistas estuvo de más?

- Yo no dije que los peces jugaban fútbol, sino que había peces que incluso habían aprendido a jugar, y hay decenas de videos al respecto, así que tampoco es mentira. Pero bueno, a los medios de comunicación les quedaba mejor sacarlo de contexto y quedó casi como que hubiera partidos de fútbol debajo del mar. Yo lo que hice en esa presentación, que fue de solo diez minutos ante la Comisión, fue tratar de ejemplificar didácticamente que, si los peces pueden ser entrenados para hacer trucos, es evidencia de que tienen memoria, inteligencia y pueden aprender. Es más: está documentado que algunos peces también utilizan herramientas, como cuando rompen un molusco contra una roca para comerlo, cosa que solo hacen los humanos y primates.

- ¿Y eso de que tendrían personalidad propia?

-Bueno, si nadie discute que perros y gatos tienen personalidad propia, ¿por qué los peces no habrían de tenerla?

-¿Cómo una ley de este tipo puede llevarse a la práctica?

- Lo que nosotros planteamos es, primero, reconocer lo que dice la ciencia y ponernos al nivel de discusión de otros países pesqueros al respecto. Una vez instalada esa discusión, lo que viene es aplicar un reglamento similar al que ya existe en Chile para los animales terrestres, en el que éstos deben ser aturdidos antes del sacrificio. Entonces, esta indicación iba a sentar las bases para implementar luego la tecnología necesaria. En acuicultura ya existe la tecnología del aturdimiento, pero se utiliza muy poco, solo en algunos lugares de Inglaterra por ahora. Esto significaría que los peces no agonicen horas, por ejemplo, y es algo muy importante cuando hablamos de un país exportador de recursos marinos como el nuestro.

- Algunos decían que esta propuesta iba a matar a la pesca artesanal e iba a subir el precio del pescado para el chileno medio...

-No, esto siempre fue pensado para la pesca industrial y la exportación, el consumo interno no es tan grande y no se vería afectado. Mira, nosotros como fundación hicimos una encuesta Ipsos, en la que más del 50% de los chilenos estuvo de acuerdo en incluir a todos los animales -incluyendo a los peces- como seres sintientes dentro de nuestra legislación, y un porcentaje incluso mayor estuvo de acuerdo en prohibir prácticas crueles como la cocción de crustáceos vivos. Y acabo de ver una nota en TVN donde le preguntaban a la gente en la calle si creían que los peces eran sintientes y todos dijeron que sí.

-¿No será este un tema más millenial?

-Puede que haya un tema generacional de recambio importante, pero me parece que esto es más transversal. Actualmente, la legislación chilena solo protege a los animales terrestres y creo que nos perdimos como país una oportunidad para proteger a los animales acuáticos, tal como ya lo hacen otros países exportadores de recursos marinos. Que se haya rechazado la moción en el Congreso me parece lamentable, y creo que es incluso peligroso el negacionismo científico de algunos parlamentarios, pero toda esta polémica sirvió igual para instalar el tema en el tapete. Hablar en los medios de comunicación de la “sintiencia” de los animales acuáticos y mirarlos como los individuos que son, hace un mes atrás, era impensable.

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