(Desde Montevideo, Uruguay) - Los primeros menonitas –que pertenecen a una rama del protestantismo– llegaron a Uruguay a finales de la década de 1949. Su influencia estuvo inicialmente en departamento del litoral Río Negro y también en San José, cercano a Montevideo. Formaron grandes emprendimientos comerciales y hoy hay una comunidad integrada por unas 2.000 personas. Algunos de ellos están en Florida, donde una familia desató una polémica que divide a la opinión pública.
La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) –el organismo rector de esa área– evalúa iniciar acciones judiciales contra el padre de una comunidad religiosa menonita que está instalada en Florida (a unos 100 kilómetros de la capital uruguaya), según informó el diario uruguayo El País. Las autoridades educativas detectaron que 11 niños que integran ese colectivo “no asisten a centros educativos ni públicos ni privados”.
Los asesores jurídicos de las autoridades sugieren que se debe dar aviso de esta situación a la Justicia, pero los jerarcas no terminan de laudar este tema porque hay posiciones encontradas. De hecho, la situación viene desde hace más de un año: fue a comienzos de 2023 que los funcionarios detectaron que existe esta comunidad en Florida, donde está ubicada hace siete años. Allí viven inmigrantes de Estados Unidos, entre los que están estos 11 niños, según la información del medio uruguayo.
Un maestro y dos inspectores se reunieron con los integrantes de la comunidad para informarles lo que la Constitución y la Ley de Educación establece sobre los derechos y los deberes de los padres. Se les resaltó “el valor que le da el Estado Uruguayo a través de las políticas educativas a la obligatoriedad de la asistencia de los niños a centros educativos públicos o privados, así como la garantía del cumplimiento del derecho a la educación y al servicio de una educación de calidad”, dice el informe de los asesores jurídicos.
Estos funcionarios le propusieron a los menonitas algunas opciones. Le sugirieron, por ejemplo, que asistan a una escuela rural que recientemente había cerrado por falta de alumnos. Otra opción era otro centro educativo al que solo asiste un niño y una tercera alternativa eran los colegios públicos de Florida, una ciudad de unos 40.000 habitantes.
Una cuarta sugerencia fue la orientación para comenzar el trámite para que abran un centro educativo privado.
Pero los padres no aceptaron estas opciones. ¿El argumento? Los padres pretenden que las personas que cumplan con el rol de docente sean parte de la comunidad religiosa y no están de acuerdo con integrar a los niños con otros menores que no sean menonitas.
Los menores “están siendo enseñados por dos educadores, en forma presencial, para lo cual previamente los niños fueron inscritos en el Colegio Face Primary Army, radicado Estados Unidos, el cual les envía a los educadores los programas, materiales didácticos y recursos”, expresaron los padres, según el informe técnico consignado por El País.
Según asesores jurídicos, hay una “situación de vulnerabilidad del derecho a la educación”, pero todavía no hay una definición de las autoridades sobre este asunto. De hecho, hay diferencias entre integrantes de la coalición de gobierno. La presidenta de la ANEP, Virginia Cáceres, considera que es necesario tomar acciones judiciales si no se logra la escolarización, pero su compañero de Consejo Directivo Juan Gabito está en contra.
“No tengo ninguna duda de que es una situación que está por fuera de lo que establece la normativa y, si no logramos con mecanismos de diálogo e intervención cambiar la posición y que voluntariamente se inscriban y concurran a un centro educativo, lo que corresponde es que lo judicialicemos”, declaró Cáceres al medio uruguayo.
Los colectivos menonitas tienen en Uruguay colegios que están autorizados por la ANEP. Hay 17 instituciones en estas situación, entre los que están los colegios más costosos del país.