(Desde Montevideo, Uruguay) - Una vez aprobada la reforma previsional del gobierno de Luis Lacalle Pou –que subió la edad mínima de jubilación a 65 años–, el movimiento sindical uruguayo comenzó a discutir qué pasos seguir para ir contra esa norma. El camino que triunfó en el PIT-CNT fue el de impulsar un plebiscito que establezca en la Constitución la edad mínima de retiro a los 60 años, la equiparación entre el salario mínimo y la jubilación mínima y la eliminación de las administradoras de fondos previsionales (AFAP), que gestionan los fondos de pensión.
En abril, el movimiento sindical anunció que recogió unas 430 mil firmas, una cifra muy superior al 10% del padrón electoral que exige la Constitución para habilitar este mecanismo. Una vez entregadas, la Corte Electoral comenzó a contarlas y este miércoles llegó a la cantidad necesaria para que la papeleta se ponga a consideración de la ciudadanía en octubre, junto con las elecciones nacionales de Uruguay.
El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, confirmó la noticia en su cuenta de X, en la que compartió una imagen con la cantidad de firmas contabilizadas: 276.151. “Ahora a dialogar con toda la ciudadanía para convertir la seguridad social en un derecho humano en una sociedad que avanza hacia una vida mejor”, escribió el dirigente sindical.
La idea de impulsar el plebiscito surgió como respuesta a la reforma previsional del gobierno, que además de aumentar la edad extendió los fondos individuales de pensión a todos los nuevos trabajadores que ingresan al sistema. La norma no tuvo en el Parlamento los votos del Frente Amplio, que propuso para un eventual nuevo gobierno iniciar un diálogo social para impulsar una nueva reforma jubilatoria. La propuesta del PIT-CNT fue en otra dirección y puso en una posición incómoda a la izquierda.
El Partido Comunista, el Partido Socialista y otros sectores minoritarios que integran el Frente Amplio respaldaron la iniciativa, pero la coalición de izquierda está dividida. El Movimiento de Participación Popular (MPP), que es el espacio histórico del expresidente José Mujica, está en contra de la papeleta, como también otros sectores socialdemócratas.
El candidato a presidente por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, ya se expresó en contra del plebiscito, pero su compañera de fórmula, Carolina Cosse, no ha definido posición. La intendenta de Montevideo es apoyada por los sectores más radicales del Frente Amplio, aunque también tiene el respaldo de sectores que están en contra del plebiscito.
Mientras tanto, la coalición de gobierno está abroquelada en contra de la propuesta. “En esto hay que ser muy claros, nos jugamos demasiado”, escribió el candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado.
El postulante ex ministro de Trabajo y Seguridad Social y postulante por el Partido Independiente, Pablo Mieres, llamó al resto de los candidatos del oficialismo a firmar un documento que expresa “la grave afectación que representaría el apoyo al plebiscito que promueve el PIT-CNT”. Mieres también invitó a Orsi a apoyar esta iniciativa, pero no obtuvo la respuesta del aspirante a la Presidencia por la izquierda.
El principal redactor de la reforma jubilatoria, Rodolfo Saldain, también advirtió en su cuenta de X, que hay un “sistema de seguridad social” por “defender”. “Hacerlo es asegurar las políticas sociales de hoy y del futuro. Nuestro sistema es sostenible, justo y solidario, es un ejemplo en el mundo. Este plebiscito puede dinamitarlo. Vamos a defenderlo”, escribió.
Además, en un libro que se publica este jueves, Saldain compara el camino que transita el PIT-CNT con el que siguió Argentina en 2008. “La relación entre la reforma proyectada y el antecedente normativo argentino son evidentes”, afirma, según adelantó Búsqueda. Las dos propuestas son iguales en el “cambio estructural” –porque eliminan los fondos de pensiones–, en la metodología –por la “ausencia de diálogo social y político”– y en los “inexistentes” estudios de impacto que respaldaran la propuesta.