(Desde Montevideo, Uruguay) - El gobierno uruguayo decretó la autorización de la caza de chanchos jabalí y ciervo axis en las noches, una habilitación de la que se excluye a Montevideo. Estas son especies exóticas que fueron introducidas al país y cuya dispersión aumentó significativamente en el último tiempo, lo que incrementa los riesgos de daños. Además, también significan una amenaza a la biodiversidad.
El decreto fue firmado por el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y el ministro de Ambiente, Robert Bouvier. La resolución se basa en una norma de 1996, que establece que la caza del jabalí es libre en Uruguay, como también lo es la comercialización de estos animales en todo el país. Sin embargo, estaba prohibida la caza nocturna del animal.
Para tomar la decisión, el gobierno consideró que la caza –o la “actividad cinegética”, como se la denomina correctamente– contribuye al “control del jabalí y del ciervo axis”. La caza nocturna, además, es un “método eficiente de captura” del animal, que permite “mitigar los riesgos para otros componentes de la fauna nativa, así como de personas y bienes”.
Los chanchos jabalí y los ciervos axis son especies exóticas que fueron introducidas al país. La población y dispersión de estos animales ha aumentado significativamente en los últimos años y genera “daños” y amenaza “la conservación de la biodiversidad y la preservación de los recursos naturales”, dice el texto del decreto.
El jabalí es plaga nacional desde 1982, año en el que también se autorizó la libre caza de estas especies.
El gobierno autorizó la caza cuando se realiza “exclusivamente con armas de fuego”, que tienen “dispositivos de visión apropiada”.
Mantuvo, no obstante, la prohibición de caza desde vehículos, en caminos públicos y con armas de fuego dentro de un radio de tres kilómetros de centros poblados y escuelas rurales. También continúa prohibida la caza que se da sin el consentimiento del propietario u ocupante de un predio rural.
El gobierno de Lacalle Pou ya había decretado una serie de modificaciones a la normativa de caza en 2022. En su momento generó un gran debate público ya que permitió la caza deportiva en todo el país y autorizó la nocturna para algunas especies, recuerda una nota de La Diaria. Algunos cambios aprobados entonces fueron definidos por actores como “pro-caza”.
Una de las organizaciones sociales que mostró un enfático rechazo a la normativa fue Conservación de Especies Nativas del Uruguay (Coendú), que después de analizar la normativa cuestionó que no había pasado por el Ministerio de Ambiente –algo que ahora sí sucedió– y que tenía errores en la forma y en el fondo.
Mauricio Álvarez, integrante de Coendú, dijo entonces que luego de ese primer decreto tuvieron una reunión con Lacalle Pou, en la que les expresó que buscaban “quitar controles excesivos por parte del ministerio”. “Incluso nos dijo que él cazaba jabalí con sus perros y lo que se buscaba con el decreto era regularizar la caza nocturna, que en la vía de los hechos se daba”, contó el activista.
La caza de jabalí en Uruguay ha desatado algunas polémicas. En 2018, por ejemplo, antes del Mundial de Rusia, el delantero Edison Cavani cazó uno de estos animales, se fotografió y desató la polémica.
En su última tarde libre previo a la Copa del Mundo, eligió irse de caza a Salto, su ciudad natal. El futbolista se filmó y fotografió junto a un jabalí que mató con la ayuda de un rifle al borde de un helicóptero. Las imágenes se viralizaron y causó polémica. Pero más allá de las críticas, la normativa amparaba al delantero porque el jabalí es una plaga nacional, que causa destrozos en el campo y pone en peligro otros animales autóctonos.