(Desde Montevideo, Uruguay) - Lo que vivió Francesa en el vuelo de Air Europa que se dirigía desde Madrid a Montevideo fue la pesadilla que todos alguna vez han tenido: la de estar durmiendo en un avión y despertarse en caída libre. Ese viaje debió ser desviado a un aeropuerto brasileño tras sufrir fuertes turbulencias, que dejaron a 30 pasajeros con heridas severas.
Además de estar en “caída libre”, Francesa se despertó con los gritos de otros pasajeros y, cuando abrió los ojos, estaba todo oscuro. Sintió “mucho miedo”, según contó en un video difundido por Subrayado. “Fueron muy pocos segundos de caída libre, pero da muchísimo miedo. Después de eso estuvimos una hora volando para poder aterrizar con el avión roto, con pedazos de techo salidos, con gente herida”, relató.
La pasajera contó que al llegar a Brasil esos pasajeros fueron retirados de forma “rápida” ya que “eran prioridad”. “Todo el resto del avión estuvo 12 horas esperando novedades (…) Se nota que hay una conmoción grupal porque en cada movimiento de la ruta del ómnibus todos nos sobresaltamos. De hecho, le tuvimos que pedir al chofer que fuera un poco más lento porque teníamos la sensación de caída del avión”, relató Francesa, sobre un viaje que hicieron entre Natal y Recibe en autobús.
En esos momentos “se te pasa la vida por delante” y “te cuestionás un montón de cosas”, reflexionó la pasajera afectada. “En esos momentos críticos es cuando nos ponemos a reflexionar más, pero creo que el grupo es muy colaborativo entre todos. Estamos esperando una respuesta digna de Air Europa”, pidió la joven y cuestionó que, al menos hasta ayer por la tarde, nadie se había presentado en representación de la empresa.
A la hora 7.20 de este lunes aterrizó en el aeropuerto de Carrasco un vuelo con algunos de los pasajeros que estaban en Brasil. Las personas, entre las que había varios uruguayos, estuvieron primero en Natal y luego en Recife, donde un avión los recogió para trasladarlos a Montevideo. Los pasajeros que llegaron a la capital uruguayo son quienes no resultaron ilesos o quienes tuvieron heridas leves. Los más afectados por las fuertes turbulencias y requerían atención médica permanecen en Brasil, informó Canal10.
Las fotografías y los videos difundidos en las redes sociales mostraban a varios pasajeros recibiendo atención por sus heridas, incluida una mujer que tenía cuello ortopédico. Además, varios asientos y el techo del avión sufrieron daños considerables y un hombre quedó atrapado tras ser lanzado a un compartimento superior.
El vuelo transcurría con normalidad hasta que en un momento, en medio del Océano Atlántico y a una hora de Sudamérica, el piloto comunicó que iban a entrar en zona de turbulencias. Le pidió a los pasajeros que se colocaran sus cinturones y permanecieran sentados, relató a El Observador Norys, una venezolana residente en Uruguay que había viajado a Europa por turismo.
“Mucho rato después de eso hubo una turbulencia muy muy leve, casi ni se sintió, y de un momento a otro abruptamente el avión cae y todos nos elevamos. Aquellos que no tenían cinturón volaron y algunos quedaron enganchados al techo. Duró como 3, 5 segundos”, contó.
Juan, un pasajero argentino que vive en Uruguay, habló con el piloto después del accidente. Le contó que habían sufrido una “turbulencia en aire claro”, una anomalía que no puede ser detectada por los radares del avión y que causó que la nave cayera alrededor de 500 metros de forma abrupta.
“La sensación fue de terror, sentir que te estás cayendo y que no termina. Y sos consciente de que estás cayendo a una velocidad incalculable. Y sentías que se terminaba ahí, que morías. Hasta que empezamos a ver en la pantalla que el avión empezó a subir”, contó el pasajero.