Nuevas imágenes satelitales revelaron la creciente expansión de las bases de espionaje del régimen chino en Cuba. Un sitio nuevo, ubicado a unos 110 kilómetros de la base de Guantánamo, fue documentado por el think tank Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
El periódico estadounidense Wall Street Journal recordó que el estudio del CSIS es la continuación de un informe anterior, que el año pasado mencionó negociaciones entre China y Cuba para estrechar sus lazos en defensa e inteligencia. En ese momento, se hizo referencia también a la posible construcción de una nueva instalación de entrenamiento militar conjunto y de centros de escuchas telefónicas en la isla.
En el informe de 2022, funcionarios estadounidenses no especificaron las ubicaciones de las estaciones conjuntas de vigilancia entre China y Cuba. El reciente estudio del CSIS no aclara si las instalaciones señaladas están entre las mencionadas previamente.
Estas revelaciones, resalta WSJ, se producen en un contexto de creciente competencia entre potencias como Estados Unidos, China y Rusia en la región del Caribe y América Latina. Washington ha intentado evitar que sus rivales ganen ventajas estratégicas en estas zonas durante décadas.
Mientras tanto, China avanza en la construcción de un megapuerto en la costa del Pacífico peruano y Rusia ha enviado recientemente un submarino nuclear y una fragata al puerto de La Habana. La comunidad de inteligencia estadounidense, en su evaluación anual publicada en febrero, mencionó que Beijing busca establecer instalaciones militares en Cuba por primera vez, sin dar mayores detalles.
El analista del CSIS Joseph Funaiole indicó que el sitio en desarrollo podría monitorear comunicaciones y señales electrónicas de la base de Guantánamo una vez finalizado. Comparó esta situación con la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética operaba un centro de espionaje en las afueras de La Habana, que fue cerrado después del año 2001.
China ha incrementado su presencia en Cuba en los últimos años, realizando actualizaciones en sus instalaciones de inteligencia en la isla en 2019, según una declaración de la Casa Blanca el año pasado.
Las instalaciones chinas en la isla “también podrían impulsar el uso de las redes de telecomunicaciones por parte de China para espiar a los ciudadanos estadounidenses”, advirtió Leland Lazarus, experto en relaciones entre China y América Latina de la Universidad Internacional de Florida, en declaraciones recogidas por el WSJ.
Los autores del informe del CSIS, después de analizar años de imágenes satelitales, descubrieron que Cuba ha mejorado y ampliado significativamente sus instalaciones de espionaje electrónico en los últimos años e identificaron cuatro sitios: en Bejucal, El Salao, Wajay y Calabazar.
Aunque algunos de estos lugares habían sido identificados previamente como puestos de escucha, las nuevas imágenes satelitales revelaron nuevos detalles sobre sus capacidades, su crecimiento a lo largo de los años y sus posibles vínculos con China.
“Son lugares activos con un conjunto de misiones en evolución”, consignó Matthew Funaiole, investigador del CSIS y autor principal del informe.
Antenas parabólicas
Dos sitios ubicados cerca de La Habana, Bejucal y Calabazar, contienen grandes antenas parabólicas diseñadas para monitorear y comunicarse con satélites.
Aunque Cuba no cuenta con satélites propios, estas instalaciones podrían ser de gran utilidad para China, que posee un importante programa espacial.
La instalación más reciente se ubicó en Bejucal en enero, de acuerdo con el documento que identificó además otras mejoras de infraestructura en la última década.
El informe del CSIS también detalló que un cuarto sitio de este tipo, hasta ahora desconocido públicamente, aún está en construcción en El Salao, cerca de Santiago de Cuba. La obra comenzó en 2021 y parece destinada a albergar un conjunto de antenas dispuestas circularmente, las cuales pueden servir para interceptar y localizar señales electrónicas.
El descubrimiento de estas instalaciones subraya la colaboración entre Cuba y China, especialmente en áreas de comunicación espacial y monitoreo de señales electrónicas.