(Desde Santiago, Chile) Continúa la arremetida del Gobierno de Gabriel Boric para sacar adelante su Reforma Previsional, uno de sus proyectos estrella y promesa de campaña que ha sido fuertemente resistida por la oposición, la que ha sido acusada de negarle “la sal y el agua” al mandatario. Tras urgir a la Comisión de Trabajo del Senado a apresurar la votación del proyecto de ley - y ante las legítimas dudas que pudiese tener cualquiera -, la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, arremetió nuevamente contra las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), asegurando que tienen sus días contados.
En entrevista con CNN Chile Radio este lunes, Jara fue tajante: “No puede ser que el país esté secuestrado por un grupo económico en función de sus intereses exclusivos y no de los pensionados”, partió su alocución. “No he visto a nadie defendiendo que las AFP se mantengan”, señaló, acusando que “se han opuesto a todos los cambios en el país y los han trabado”.
Debido a ello, y ante la pregunta de si estaría dispuesta a dejar a las AFP en paz, respondió categórica: “No”.
“No han jugado aquí un rol neutro, y la dificultad de tener una empresa que tiene tanto poder económico se expresa en que esta reforma lleva más de 10 años tratando de sacarse adelante”, recalcó.
“Esto tiene que cambiar y no sólo por razones de poder, porque esto es claramente un tema de poder económico y político, sino que también por temas de rentabilidad, de comisiones, de cómo hoy el sistema funciona”, subrayó.
“Las últimas décadas la rentabilidad ha bajado de manera importante para los afiliados y sus fondos, pero las utilidades han subido escandalosamente para las AFP. En este punto el país tiene que sacar una lección: el foco de la reforma debe estar puesto en los pensionados y para eso es necesario modificar la industria”, remató la ministra.
La Reforma
Boric envió en noviembre de 2022 una propuesta de Reforma Previsional que estuvo 14 meses entrampada en la Cámara de Diputados y fue resistida fuertemente por la derecha, pero que finalmente el Gobierno consiguió sacar a flote.
La reforma propone la creación de un sistema mixto de pensiones y la posibilidad de que el Estado gestione los ahorros que ahora están en manos de las AFP, eliminándolas del mapa. Además, Boric buscaba subir la cotización del 10% actual al 16%, con cargo al empleador.
Ese 6% adicional fue el punto más polémico: en el proyecto inicial, el Ejecutivo quería destinar ese porcentaje a un seguro social, pero ante las críticas propuso una fórmula mixta que pareció generar más apoyo, al repartir un 3% al seguro social y otro 3% a la capitalización individual.
Finalmente, y tras una intensa negociación política, el 24 de enero pasado la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en general la idea de legislar la reforma de pensiones y la pasó a trámite al Senado, pero rechazó el corazón de la reforma, la fórmula para distribuir el 6% de cotización adicional a cargo del empleador, así como la creación de un inversor público de pensiones y otros artículos.
Este miércoles volverá a sesionar la Comisión de Trabajo del Senado - en la que hay mayoría opositora -, y desde el Gobierno esperan destrabar las negociaciones con la oposición, que se han caracterizado por una ingente guerra de dimes y diretes.
La ministra Jara ya advirtió que si dicha Comisión no agiliza las cosas antes de las elecciones municipales de octubre próximo, su viabilidad se pondrá cuesta arriba, puesto que de obtener la derecha buenos resultados en dichas elecciones, se verán fortalecidos a la hora de continuar las negociaciones.
Así las cosas, algunos ya hablan de reducir la cotización adicional a un 5%, aunque aún no está clara cómo sería su fórmula de distribución.