El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, volvió a cuestionar el intento de golpe de Estado del pasado 26 de junio -que denuncia fue organizado por el propio mandatario, Luis Arce- y lo relacionó a los sucesos de 2019, en los que -asegura- la oposición se movilizó hasta sacarlo del poder.
“Lo sucedido el pasado 26 de junio es muy extraño. Durante el golpe de Estado de noviembre de 2019 intentaron matarnos, nos persiguieron, no solo a mí sino a otras autoridades, ministros, gobernadores, alcaldes, dirigentes, quemaron casas, asesinaron a muchos hermanos”, escribió el cocalero en un mensaje en redes sociales, en el que omitió mencionar las denuncias de fraude de aquel entonces, que despertaron el descontento popular.
“¿Por qué en esta oportunidad tanto la OEA como los Estados Unidos condenaron la acción militar?”, agregó y concluyó reclamando una investigación “transparente e imparcial” sobre lo ocurrido.
Las tensiones en el Movimiento al Socialismo (MAS) sumaron un nuevo capítulo en los últimos días luego de que, a finales de junio, el general del Ejército Juan José Zúñiga liderara a un grupo de militares que se presentaron en la plaza Murillo, derribaron una de las puertas del palacio presidencial en La Paz y amenazaron con tomar la sede de Gobierno.
Enseguida, Arce denunció que se trataba de un intento de golpe de Estado, al igual que lo hizo Evo, y ambos llamaron al pueblo a movilizarse con el fin de defender la democracia. Sin embargo, la rebelión se resolvió unas pocas horas más tarde luego de que el mandatario enfrentara a Zúñiga y nombrara a una nueva cúpula militar.
Posteriormente, con el inicio de la investigación, se dio la detención de la red de sujetos involucrados y se conocieron las primeras declaraciones del General, en las que aseguró que todo había sido tramado por Arce con el fin de elevar su popularidad.
“El día domingo me reuní con el Presidente y me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana va a ser crítica y que era necesario preparar algo para levantar su popularidad. Yo le pregunté: ‘¿Sacamos los blindados?’ ‘Sacá’. Entonces, el domingo en la noche ya los blindados empezaron a bajar seis cascabeles, seis urutús y más de 14 zetas del regimiento de Achacachi”, dijo Zúñiga en su breve declaración.
A raíz de estas palabras, su rival del MAS comenzó a sospechar de los hechos y a pedir que la Justicia trabaje de forma independiente y responsable para exponer las reales causas del alzamiento.
“Aquí hay varios detalles (...) yo pensaba que era un golpe (de Estado) pero, ahora, estoy confundido… parece un autogolpe”, dijo el domingo y sumó que Arce “mintió y engañó al pueblo boliviano y al mundo entero” con sus acciones.
Por su parte, el Presidente se defendió, también remontándose a los hechos de 2019, y le advirtió: “¡No te equivoques una vez más! Claramente, lo que ocurrió el 26 de junio fue un golpe militar fallido en Bolivia. ¡No te pongas del lado del fascismo, que niega lo ocurrido! Los responsables que buscaron tomar el poder por las armas están siendo procesados y serán juzgados, como fue el caso de los golpistas de 2019″.
Arce recibió el respaldo de diversos actores y organismos de todo el mundo, entre ellos la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea, Estados Unidos, Venezuela, Cuba, Brasil, Colombia, Chile y Uruguay, entre otros.
Mientras siguen los cruces en el partido gobernante, la Justicia ya dictó prisión preventiva contra Zúñiga y otros dos militares, mientras que continúa con los interrogatorios a otros integrantes y, en las últimas horas, detuvo también a un francotirador relacionado con el caso.
(Con información de EFE)