El régimen cubano va a aplicar nuevas medidas de ajuste fiscal, con el recorte de partidas del presupuesto de este año y la asignación de recursos mensualmente en función de los ingresos reales, dentro de otro paquete para estabilizar la economía del país.
Según informó este lunes el diario oficial Granma, el último Consejo de Ministros incluyó “la presentación de un nuevo grupo de medidas” que viene a sumarse al severo plan de ajuste anunciado en diciembre pasado. La noticia, que no aporta muchas concreciones, apunta que estas decisiones ya están aprobadas.
A nivel fiscal destaca la decisión de “ajustar” el presupuesto estatal de este año a las condiciones de “economía de guerra”, según dijo en la presentación la viceministra primera del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) Mildrey Granadillo.
También destaca la decisión de “reducir las partidas del presupuesto con el objetivo de disminuir el déficit fiscal de 2024 (estimado por el régimen en un 18,5% del producto interno bruto, PIB), partiendo de las inejecuciones”.
Asimismo, agregó Granadillo, se aprobó “asignar mensualmente los recursos financieros en correspondencia con los ingresos reales del mes”, así como “definir requisitos” para “el uso del presupuesto aprobado”, y “centralizar” su “aprobación”.
Se anunciaron asimismo medidas que afectan al incipiente sector privado, como el establecimiento de una “política de precios única, inclusiva y en igualdad de condiciones para todos los sujetos de la economía”, la conclusión del sistema tributario para el comercio electrónico y el cálculo del “impacto fiscal de las importaciones de las formas de gestión no estatal”.
De forma paralela, la Agencia EFE confirmó este lunes que las autoridades cubanas están comunicando al sector privado su decisión de topar los precios de seis productos básicos: pollo, aceite, salchicha, pastas alimentarias, leche en polvo y detergente.
Granadillo aseguró que estas medidas buscan “corregir desequilibrios macroeconómicos, incrementar la captación de divisas al país por diferentes vías y conceptos, incentivar la producción nacional, con énfasis en la producción de alimentos, y ordenar el funcionamiento de las formas de gestión no estatal”, según citó Granma.
El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, aseguró en esta reunión que reducir el déficit presupuestario es una “prioridad” y abogó por “tener más control sobre los gastos” e, incluso, “cancelar un grupo de ellos que hoy no se pueden ejecutar”, según recogió Granma.
En diciembre pasado, el primer ministro, Manuel Marrero, anunció un severo plan de ajuste que incluyó el aumento del 400% de los combustibles, incrementos en las tarifas del transporte estatal y la subida de algunos impuestos.
Además se avanzó que se quería reformar el tipo de cambio (el fijo formal está cada vez más alejado del informal) y que se estudiaba el fin de los subsidios universales a productos para pasar a las ayudas selectivas a colectivos vulnerables.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y políticas económicas fallidas han golpeado al país, evidenciando problemas estructurales de su economía. La isla padece desde hace cuatro años escasez de productos básicos, una creciente dolarización y una inflación galopante.
(Con información de EFE)