(Desde Montevideo, Uruguay) - Los resultados principales de las elecciones internas de Uruguay no sorprenden a nadie. Álvaro Delgado, el dirigente del sector de Luis Lacalle Pou, fue elegido como candidato a presidente por el Partido Nacional, al tiempo que Yamandú Orsi ganó la interna del Frente Amplio y Andrés Ojeda la del Partido Colorado. Los resultados van en línea con lo que preveían las encuestas en las semanas previas, aunque en las noticias de la noche del domingo también hubo sorpresas.
La mayor incógnita de la noche era la composición de la fórmula del Partido Nacional. En la previa no había definiciones concretas. Se sabía, sí, que la decisión final iba a depender de lo que dijeran las urnas. Si la distancia entre Delgado y su principal competidora, Laura Raffo, era acotada, la economista o alguien de su sector iban a ser los integrantes de la fórmula. Pero Delgado obtuvo cerca del 75% de los votos, una cifra que le permitía tomar la decisión que quisiera.
En las elecciones internas votó el 36% del padrón electoral, el más bajo porcentaje desde que existe el sistema actual de votación en Uruguay. En los comicios primarios de 2019 votó el 40% de los habilitados; en 2014, el 37%; en 2009, el 45%; en 2004, el 46%; y en 1999, el 53%.
Estos números pueden ser interpretados como una “llamada de atención”, señaló el politólogo Adolfo Garcé en la transmisión de Teledoce. Consideró que el dato mostraba parcialmente “un signo de desencanto”. Su colega Mariana Pomiés consideró, a partir de ese porcentaje, que los partidos políticos tienen que hacer “una autocrítica” sobre la campaña.
Aunque a las 20.30 la Usina de Percepción Ciudadana difundió la primera proyección de escrutinio y la diferencia de Delgado con Raffo era indescontable, el ahora candidato a la Presidencia esperó hasta la medianoche para hablar frente a la militancia. Primero dio un mensaje en su comando, en el que expresó el “honor” que le genera ser el único candidato de los blancos.
Luego fue hasta el Directorio del partido, en el barrio histórico de Montevideo, para hablar ante los dirigentes. Y posteriormente se subió al escenario en el que presentó a Valeria Ripoll como su candidata a vicepresidenta.
La decisión sorprendió a varios y generó malestar en algunos dirigentes del oficialismo, según consigna medios locales. Ripoll es una dirigente que llegó hace pocos meses al Partido Nacional. Antes había sido parte del Partido Comunista, dirigente de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom), el sindicato de los trabajadores de la Intendencia de Montevideo. También se desempeña como una combativa panelista en la televisión.
La interpretación más evidente de la decisión de Delgado es que apunta a captar a los votantes más volcados a la izquierda o pertenecientes a movimientos sociales, a los que con su figura le cuesta llegar. El candidato definió a Ripoll como valiente y destacó que es una “peleadora por las causas sociales”. Aseguró que su inclusión en la fórmula representaba un “cambio de paradigma”.
En su discurso hizo otro anuncio relevante para la campaña. Delgado contó que acababa de hablar con Lacalle Pou, a quien le pidió que integre las listas al Senado en las elecciones de octubre. El mandatario aceptó el pedido. El presidente es uno de los políticos más populares de Uruguay y su gestión es aprobada por el 46% de los ciudadanos.
El Frente Amplio, en tanto, evitó repetir los errores de 2019. La semana posterior a las elecciones internas, el candidato elegido por la izquierda, Daniel Martínez, tuvo varias reuniones con posibles postulantes a la vicepresidencia y eligió a Graciela Villar, una dirigente desconocida y sin experiencia en puestos trascendentes. Desde hace varias semanas, el Frente Amplio se había comprometido a anunciar en la noche misma de las elecciones la fórmula presidencial. Y ya había un acuerdo: si ganaba Orsi, su vice sería Cosse; y viceversa.
Cuando se conocieron las primeras tendencias –que le aseguraban la victoria a Orsi–, el postulante partió desde su comando hasta la Huella de Seregni, la sede del Frente Amplio, para hablarle a la militancia. Allí presentó a Cosse como su compañera de fórmula. Pasaban apenas unos minutos de la hora 22 y en la izquierda ya no se esperaban más novedades.
En el Partido Colorado, en tanto, ganó el abogado penalista Andrés Ojeda, de 40 años. La definición de la fórmula fue postergada para la tarde del martes.