La dictadura cubana defendió a Luis Arce tras los dichos de Javier Milei sobre el levantamiento militar en Bolivia

El mandatario argentino consideró “poco creíbles” los hechos ocurridos el pasado miércoles en La Paz. El Gobierno boliviano llamó este lunes a consultas a su embajador en Argentina

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El dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, saluda al Presidente de Bolivia, Luis Arce, antes de asistir a una reunión de dos días con representantes del grupo ALBA en el Palacio de la Revolución en La Habana, Cuba, el 14 de diciembre de 2021. Alberto Roque/Pool vía REUTERS
El dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, saluda al Presidente de Bolivia, Luis Arce, antes de asistir a una reunión de dos días con representantes del grupo ALBA en el Palacio de la Revolución en La Habana, Cuba, el 14 de diciembre de 2021. Alberto Roque/Pool vía REUTERS

La dictadura de Cuba defendió este lunes al presidente de Bolivia, Luis Arce, tras los dichos de Javier Milei sobre el fallido intento de golpe de Estado en el país sudamericano. El mandatario argentino consideró “poco creíbles” los hechos ocurridos el pasado miércoles en La Paz.

Además, Milei calificó el hecho com “falsa denuncia de golpe de Estado”, en un contundente comunicado que se ha sumado a las dudas expresadas también este mismo domingo por el ex mandatario boliviano Evo Morales y de las que no se han presentado pruebas.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba rechaza la declaración de la Oficina del Presidente de la República Argentina que trata de manipular los hechos ocurridos el 26 de junio en Bolivia para intentar justificar su posición provocadora que se inmiscuye en asuntos internos de otros Estados, a la vez que se coloca totalmente aislada en la región en relación con la intentona golpista en Bolivia”, señaló la cancillería cubana en un comunicado.

De acuerdo con la dictadura castrista, el gobierno argentino nuevamente “acude a un discurso calumnioso que busca desviar la atención de los graves problemas que generan sus políticas para su pueblo y en la relación con otros Estados”.

Por otra parte, Bolivia llamó este lunes a consultas a su embajador en Argentina, en rechazo a una declaración del gobierno de Milei.

“Se convocó en consulta a nuestro embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, para que se haga presente en la sede de gobierno”, anunció la ministra y portavoz de la presidencia, María Nela Prada, en un pronunciamiento ante los medios.

FOTO DE ARCHIVO. El presidente de Argentina, Javier Milei, atiende un evento de negocios en Buenos Aires, 26 de marzo, 2024. REUTERS/Agustin Marcarian
FOTO DE ARCHIVO. El presidente de Argentina, Javier Milei, atiende un evento de negocios en Buenos Aires, 26 de marzo, 2024. REUTERS/Agustin Marcarian

El Gobierno de Bolivia condenó por “inamistosas y temerarias” las declaraciones de la Presidencia argentina sobre la supuesta intentona golpista de la semana pasada y denunció “un negacionismo inaceptable” por parte de la oficina de Javier Milei, que puso en duda el domingo que los militares intentasen realmente derrocar el Ejecutivo liderado por Luis Arce.

El Ministerio de Exteriores boliviano condenó “enérgicamente” el comunicado argentino: “Las desinformadas y tendenciosas aseveraciones sobre una posible existencia de presos políticos o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable”.

Por este motivo, instó a las autoridades argentinas a “informarse” y “actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros Estados”.

“La convivencia pacífica y la hermandad entre nuestros pueblos, nunca debe ser perturbada por intereses mezquinos e ideologías fascistas”, dijo el Ministerio boliviano, que ha insistido en que “cualquier acto militar que amenace con tanques de guerra y militares armados al Gobierno constituido por el voto del pueblo, es claramente un golpe de Estado”.

La posición argentina

El portavoz del Ejecutivo argentino, Manuel Adorni, justificó sin embargo la versión de Buenos Aires, alegando que inicialmente optaron por la “cautela” a la hora de valorar lo ocurrido en La Paz y que sólo cuando tuvieron más datos optaron por un pronunciamiento de este calado.

Adorni dijo en rueda de prensa que no prevé “absolutamente ningún conflicto” con el Gobierno de Bolivia, ya que la parte argentina “simplemente” hace “una descripción de los hechos”, a partir de las informaciones que se han ido recopilando en estos últimos días. Ha sugerido que parte de estas informaciones no serían públicas.

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