El femicidio de la subteniente del Ejército, Aidita Pamela Ati Gavilánez, en un cuartel de la Amazonía ecuatoriana ha conmocionado al país. Aidita Ati, una joven militar de 25 años, fue encontrada sin vida en su dormitorio en el Fuerte Militar Napo el último fin de semana, con signos evidentes de asfixia. Hay cuatro sospechosos que son miembros del Ejército y, según han indicado los familiares de la mujer, Ati habría sido víctima de violación.
La audiencia de formulación de cargos se realizó el domingo 30 de junio de 2024, donde cuatro militares fueron procesados como autores y coautores del delito de femicidio. Los oficiales Xavier P., Freddy Q., Johan M. y Ángel J. están bajo investigación por su presunta participación en la muerte de Ati. La Fiscalía solicitó prisión preventiva para los cuatro imputados, argumentando la posibilidad de un riesgo procesal porque los sospechosos trabajaban en el lugar del crimen. Sin embargo, la jueza especializada en Violencia Contra la Mujer les dictó medidas alternativas a la prisión preventiva, prohibiendo a los acusados salir del país y ordenándoles presentarse periódicamente ante una autoridad judicial. La fase de investigación pública durará 30 días, según lo indicado por las autoridades.
El domingo, el Ejército Ecuatoriano informó que 18 personas pertenecientes a sus filas fueron detenidas para investigaciones preliminares sobre la muerte de la oficial. Las detenciones de esas personas duraron ocho horas. Mientras que el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos condenó enérgicamente el acto de violencia y activó protocolos para apoyar a la familia de la víctima, según indicó la entidad: “Nos comprometemos a mantenernos vigilantes para que se cumpla el debido proceso. Este acto de violencia contra la mujer no quedará en la impunidad”, señaló el Ministerio en un comunicado.
“Como institución seguiremos actuando con total transparencia, para que este acto repudiable no quede en la impunidad, y aquellos a quienes se determine responsabilidades sean juzgados con el máximo rigor de las leyes ecuatorianas”, indició el Ejército ecuatoriano en un comunicado difundido el último domingo.
En declaraciones para los medios de comunicación, la mañana del lunes, en medio de lágrimas, el padre de Ati informó que inicialmente le comunicaron falsamente que su hija había muerto ahogada tras consumir alcohol. Sin embargo, la autopsia reveló que Aidita fue asesinada y posiblemente violada: “Fue ultrajada, fue asesinada, presuntamente violada, dónde estamos, con qué militares estamos hablando... Quiénes nos están defendiendo si ellos están matando a nuestras hijas”, dijo el hombre que también perteneció al Ejército. De acuerdo a las revelaciones del padre de la subteniente, la muerte de Ati ocurrió antes de una fiesta de despedida no autorizada para un suboficial, realizada dentro del cuartel.
“Me quitaron a mi hija”, dijo el padre de Ati y señaló que aunque a su hija la encontraron muerta a las 06h00 a él le comunicaron la noticia tres horas más tarde.
El sepelio de Aidita Ati se realizó en su barrio de origen en el sur de Quito, donde familiares y amigos exigieron justicia y recordaron a la joven oficial como una persona comprometida y ejemplar. Durante el sepelio de su hija, el conmocionado padre admitió: “Estos momentos son sumamente incomprensibles, no sé lo que está pasando”. Mientras que una prima de Ati señaló durante la ceremonia: “Nos quedamos con tus hermosos recuerdos, ten por seguridad que tus hijos nunca olvidarán tus abrazos, tus caricias y nunca dejarás de ser la princesa, la luz de los ojos de tu padre”, de acuerdo con El Universo.
Este no es el único crimen en el que han estado envueltos miembros de las Fuerzas Armadas. Este mismo fin de semana, 15 miembros de la institución militar fueron detenidos al querer ingresar objetos prohibidos la cárcel de máxima seguridad La Roca.