El presidente de Bolivia, Luis Arce, narró este jueves en conferencia de prensa cómo vivió las horas en que se desarrolló el “intento de golpe de Estado” encabezado por el destituido jefe militar Juan José Zuñiga.
El mandatario boliviano contó en la Casa del Pueblo, sede del Ejecutivo, que a las 12:00 del miércoles recibió las primeras informaciones de movimientos “irregulares militares”, cuando él estaba en un acto por el aniversario de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb).
“En medio del acto, recibimos una comunicación urgente de parte del ministro de Defensa (Edmundo Novillo) (…). Y me hace llegar su inquietud debido a que el comandante del Ejército (Zuñiga) no estaba recibiendo las llamadas telefónicas”, narró Arce.
Novillo le comentó que tenía información de que unidades militares estaban viniendo desde Challapata y se acercaban a La Paz, sin ninguna instrucción. Arce agregó que el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas tampoco recibía respuestas de Zuñiga ni tampoco de los otros dos comandantes de fuerza: Marcelo Zegarra (Aérea) y Juan Arnez (Armada).
“Terminado el acto, el momento de bajar desde la ciudad de El Alto (contigua a La Paz), hemos hecho el intento de comunicarnos, en persona, con el comandante del Ejército. Tampoco hemos recibido respuesta, incluso mandamos mensajes…”, recordó el mandatario.
Indicó que la inteligencia militar “falló” antes de los movimientos en la plaza Murillo, porque alguien “trabajaba para el general Juan José Zuñiga (...) se ocultó información, no llegó la información”.
Los minutos en la Casa Grande del Pueblo
Ya en la sede del Ejecutivo, Arce se juntó con el vicepresidente, David Choquehuanca, y le pidió que evaluaran la situación. Para ese momento el ministro de Defensa les brindó más detalles.
“Cuando empezamos a evaluar con la ministra de la Presidencia (María Nela Prada) y el vicepresidente es cuando escuchamos las sirenas”, narró.
Prada le informó que “tanquetas del Ejército” bajaban una de las calles cercanas al centro del Ejecutivo y “tomaban las esquinas de la plaza Murillo”.
“Tomamos contacto con todos nuestros ministros para que puedan venir a la Casa Grande para evaluar la situación”, señaló Arce.
El mandatario contó: “el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, intentó hablar con quien estaba a cargo de esa operación, no pudo contactarse, subió y nos informó que en uno de los vehículos estaba el general Zuñiga y el almirante Arnez”.
Por su parte, el comandante de la Policía Boliviana, Alvaro Álvarez le “informó que él había sido convocado por estos comandantes para que se sume a esta intentona golpista”, pero este se negó.
El mandatario dijo que cuando vio que una tanqueta militar intentó tumbar la puerta del Palacio Quemado e ingresar, decidió bajar y enfrentar a quienes encabezaban esas acciones.
Mientras el presidente bajaba a la puerta de la sede del Ejecutivo, la Central Obrera Boliviana (COB) paralelamente convocaba a una huelga indefinida y al bloqueo de caminos para defender la democracia.
Arce contó que en esos momentos “la población” ya había llegado a la plaza Murillo y se “enfrentaba” a los militares que usaban “armas de fuego”.
Cara a cara
El presidente boliviano pidió que le den el bastón de mando, que caracteriza al capitán general de las Fuerzas Armadas.
“A los tres comandantes de fuerza les instruyo que depongan esas actitudes y al general Zuñiga le instruyo que en ese momento repliegue a todas las fuerzas militares que había movilizado”, contó.
Según el relato de Arce, Zuñiga le respondió que no iba a acatar sus órdenes.
“Pese a que yo le mostraba en mi mano izquierda el bastón de mando que me acredita como capitán general de las Fuerzas Armadas”, aclaró el mandatario.
Increpó también a Arnez de la Armada, quien también le dijo que no iba a acatar sus órdenes. Seguidamente, encaró a Zegarra, de la fuerza Aérea. “Él dubitó y le insistí en que reflexione y que vea las consecuencias que podían llegar”.
En medio de esa discusión, tanto Zuñiga como Arnez abandonaron el palacio. En esos momentos, contó, que quedaba claro que tenían que cambiar a los tres comandantes.
Minutos después, Arce tomó juramento a los nuevos comandantes de las tres fuerzas.
Zuñiga se replegó tras esto y momentos más tarde fue capturado por la Policía junto a otros 16 militares, y ahora son procesados por intentar dar un “golpe de Estado”.
(Con información de EFE)