El segundo día de la audiencia de juicio contra los procesados como autores materiales del magnicidio de Fernando Villavicencio estuvo marcado por el mensaje amenazante que recibió Tamia Villavicencio, una de las hijas del asesinado político. La abogada de las jóvenes denunció el hecho.
La audiencia se realizó de forma híbrida, es decir algunos estaban presentes en la sala mientras otros conectados de forma telemática a través de la plataforma Zoom. Tamia Villavicencio estaba conectada a la sesión de Zoom y por chat recibió un mensaje del principal autor del magnicidio Carlos A., alias Invisible. El sospechoso, desde la prisión donde está recluido, escribió a la hija de Villavicencio: “Tamia te quiero o te queremos tener”. Esto ha sido interpretado por Natalia Salazar, abogada de las hijas del político “como un amenaza, una intimidación”.
En un comunicado firmado por Tamia y Amanda Villavicencio y compartido la tarde del 26 de junio, las jóvenes señalaron: “Este acto de intimidación no puede pasar desapercibido, tampoco podemos ignorar la extraña conexión de un usuario “Gerencia CJN” que no era parte del proceso”. Esto en referencia a un usuario desconocido que se conectó durante la audiencia bajo el alias Gerencia CJN, con las mismas iniciales del Cartel Jalisco Nueva Generación. Las hermanas Villavicencio también mostraron su rechazo a la falta de seriedad de los procesados durante las audiencias: “Constantemente las personas privadas de la libertad han mantenido burlas y faltas al respeto de la audiencia, lo cual es realmente revictimizante, todo esto a vista y paciencia del SNAI (servicio de cárceles)”.
Afloran los vínculos políticos del magnicidio
En el primer día de la audiencia, el testimonio del testigo protegido J.P.A.M., presentado por la Fiscalía General del Estado, indicó detalles sobre la planificación y ejecución del magnicidio que conmocionó al país. En su testimonio anticipado, J.P.A.M., testigo protegido, habló sobre la trama criminal. Según el portal Primicias, J.P.A.M. indicó que los procesados trabajaban para un líder en la cárcel de Latacunga conocido como “Chino Onda”. Este individuo, identificado como Darío Suárez, ha sido vinculado también con el asesinato del abogado de narcos Harrison Salcedo en 2022.
El testigo relató que días antes del asesinato de Villavicencio, se le mostró un conjunto de camisetas, camisas y gorras que serían usadas en el atentado. El día del magnicidio los criminales se infiltraron en el evento político y se hicieron pasar como militantes. El testigo también mencionó a otros actores clave, como “El Cura” y “El Gatillero”, que también participaban de la planificación del crimen. “El 5 de agosto de 2023, conocí a una persona a la que se refirieron como ‘El Gatillero’. Era de Colombia. Me dijo que necesitaban ‘un volante’ (conductor) para ese trabajo”, afirmó J.P.A.M.
El testigo protegido explicó que, aunque inicialmente consideró participar, finalmente decidió no involucrarse debido al peligro que implicaba y a que tuvo una pelea con su esposa, Laura C., quien sí estaba dispuesta a participar y que es una de las procesadas. Según el portal La Fuente, J.P.A.M. aseguró que la operación fue coordinada mediante videollamadas con “Chino Onda” y Carlos A., alias “Invisible”. El día del asesinato, Laura C. fue arrestada en un operativo relacionado con el microtráfico de drogas, lo que le impidió participar en el crimen, según publicó Primicias.
Una de las revelaciones más impactantes del testigo protegido fue la implicación de figuras vinculadas al gobierno del expresidente Rafael Correa. J.P.A.M. afirmó que: “Esa cabeza (la de Fernando Villavicencio) valía USD 200.000 y la mandó a hacer el Gobierno de Correa”. Esta declaración sugiere una posible conexión política detrás del magnicidio, como han sostenido los familiares de Villavicencio.
Fernando Villavicencio fue un político, sindicalista y periodista ecuatoriano conocido por sus denuncias de corrupción. En las elecciones generales extraordinarias del 2023, se postuló a la Presidencia. A 11 días de las elecciones, el 9 de agosto de 2023, fue asesinado. El ataque ocurrió a la salida de un evento de campaña en Quito.