Jones Huala inició una huelga de hambre en la cárcel chilena para reclamar por su liberación inmediata

El exlíder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) alega que ya cumplió su condena y debería quedar en libertad esta semana, pero la Justicia dice que le resta otro año en prisión

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La defensa de Jones Huala asegura que debería haber salido este miércoles de la cárcel, pero la justicia chilena dice que le falta un año por cumplir.
La defensa de Jones Huala asegura que debería haber salido este miércoles de la cárcel, pero la justicia chilena dice que le falta un año por cumplir.

(Desde Santiago, Chile) El activista mapuche argentino Facundo Jones Huala, exlíder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) -agrupación que es considerada “hija” de la CAM -, inició este miércoles una huelga de hambre seca de carácter indefinida al interior del penal de Temuco, en la región de la Araucanía (680 kms al sur de Santiago), debido a “descoordinaciones en cuanto a las fechas del término de su condena”.

Ello, puesto a que según el cálculo de sus abogados, Jones Huala terminaba de cumplir su condena este miércoles y debía ser liberado inmediatamente, tal como consta en las sentencias tanto de tribunales chilenos como argentinos. Sin embargo, desde Gendarmería le comunicaron que su condena finalizaba recién el 8 de junio del 2025, provocando la drástica medida de presión del comunero mapuche.

Las hipótesis sobre la diferencia de cálculo son dos: o no se contempló el tiempo que estuvo detenido en Argentina, o bien la Justicia chilena agregó a su pena los días en que estuvo prófugo.

Como sea, para su defensa el cómputo chileno es incorrecto “y no hay otro cálculo ni interpretación posible”, teniendo en cuenta del tiempo que estuvo detenido en Argentina, el momento en que fue extraditado a Chile - el 4 de enero de este año - y los casi seis meses de prisión que se suponía le faltaba cumplir.

“Es un error o están violando abiertamente los términos de la extradición requerida y se incumple flagrante dolosamente con el tratado de extradición vigente entre los dos países”, aseguraron los defensores.

A través de un comunicado publicado en diversas redes sociales, organizaciones de resistencia mapuche informaron la decisión del líder de la RAM, señalando que “la actual huelga de carácter político, viene tanto a exponer el nivel represivo de los Estados opresores Argentino y Chileno (…) como a denunciar la total falta de garantías jurídicas, de condiciones carcelarias con pertinencia cultural, la vulneración de derechos a los presos políticos mapuche, a nuestros familiares y cercanos por parte de Gendarmería”.

Cabe recordar que Jones Huala fue condenado en diciembre de 2018 a nueve años de cárcel por el ataque incendiario a un fundo realizado en 2013, en la comuna de Río Bueno (950 kms al sur de Santiago). La Corte de Apelaciones de Temuco lo dejó libre en enero de 2022, pero la Corte Suprema revocó la medida. Estuvo prófugo 11 meses, hasta que lo detuvieron, en estado de ebriedad, en El Bolsón, Argentina, y fue extraditado a Chile.

Héctor Llaitul, exlíder de la CAM, también se encuentra en huelga líquida y ya ha bajado ocho kilos.
Héctor Llaitul, exlíder de la CAM, también se encuentra en huelga líquida y ya ha bajado ocho kilos.

Llaitul en huelga líquida

Por otra parte, Héctor Laitul, ex líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), condenado a 23 años de cárcel por delitos contemplados en la Ley de Seguridad del Estado como usurpación violenta de predios y atentado contra la autoridad, también se encuentra en huelga de hambre líquida en el penal de Concepción (500 kms al sur de Santiago), donde cumple su condena.

Llaitul pide la anulación de su juicio y la libertad para sus hijos Ernesto y Pelantaro, quienes se encuentran en prisión preventiva por diversos delitos en la Macrozona Sur.

El miércoles pasado, el director regional de Gendarmería, coronel Mario Palavecinos, informó que Llaitul había perdido ocho kilos de peso e ingresó en la Corte de Apelaciones de Concepción un recurso de protección que le autorice a alimentar al comunero o trasladarlo a un hospital en caso de complicarse su estado de salud.

Victoria Bórquez, abogada de Llaitul, aseguró que se opondrán al recurso, puesto que leyes internacionales califican como “tortura” la alimentación forzada a reos en huelga de hambre, asunto que se verá en la Corte Suprema en las próximas semanas.

No es la primera vez que Llaitul se autoimpone esta medida: en 2011 estuvo más de tres meses en huelga de hambre, tras ser condenado por el ataque al fiscal Mario Elgueta.

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