(Desde Santiago, Chile) El 6 de mayo Maximiliano Luksic Lederer, tercer hijo de Andrónico Luksic Craig, el hombre más rico de Chile, publicó un video en sus redes sociales donde explicaba que “a partir de hoy, cierro mi ciclo como Director Ejecutivo de Canal 13 y así se lo he informado al directorio”. El registro finalizaba con una frase críptica: “He decidido poner fin a una etapa de trabajo en el mundo privado”.
Un mes después, subió una foto a su cuenta de X visitando una modesta vivienda. “El desafío de entender en profundidad el territorio y sus comunidades es grande y muy motivador!! Agradecido de todas las personas que nos están abriendo las puertas de sus casas y de sus vidas”, reflexionó.
Finalmente, el pasado lunes 17, publicó otro video en el que se lo ve en un sector de la comuna santiaguina de Huechuraba, conversando con una mujer que le pregunta si será candidato o no a alcalde, cuestión que “Max” Luksic deja en veremos.
Así las cosas, lo que era un secreto a voces comienza a dilucidarse y aunque su candidatura aún no es oficial, queda claro que su campaña en terreno ya partió, generando alarma en la oposición y en algunos académicos, quienes advirtieron sobre los riesgos de una oligarquización de la política.
El coqueteo de millonarios con la política no es algo nuevo en Chile ni en el resto del globo. Donald Trump es dueño de una fortuna estimada en USD 7.500 millones y en Chile Sebastián Piñera, quien fue presidente dos veces, llegó a tener un patrimonio cercano a los USD 3 mil millones. Sin embargo, dichos números se ven chiquitos ante la fortuna de la familia Luksic, que asciende casi a los USD 28 mil millones -según Bloomberg -, y los ubica en el lugar 61 dentro de las mayores del mundo.
Antes de dejar la dirección de Canal 13 - del que su padre es dueño -, Maximiliano Luksic tuvo diversas reuniones con dirigentes de los partidos opositores que forman Chile Vamos y el Partido Republicano. Su candidatura fue mejor vista en el conglomerado de centro-derecha, gracias su perfil harto menos conservador que el del partido de José Antonio Kast, y fue aprobada transversalmente, primero porque su apellido es una marca más que reconocible y segundo, por sus infinitas posibilidades de financiamiento.
Según publicó La Tercera, Luksic competiría por la alcaldía de Huechuraba como independiente en un cupo de la Unión Demócrata Independiente (UDI), aunque al parecer eso no está totalmente decidido ya que el martes recién pasado se reunió con Andrea Balladares, secretaria general de Renovación Nacional (RN).
Preocupación en el oficialismo
Cabe destacar que a pesar de que en la oposición ven con preocupación su candidatura, la carta oficialista por Huechuraba, la concejala Carolina Rojas (PPD), compite con cierta ventaja: en su primera elección sacó la segunda mayoría y en la reelección subió aún más sus números, siendo la que mayor cantidad de votos tiene entre los concejales de dicha comuna.
Su historia, además, es ideal para competir con alguien como “Max” Luksic, pues su madre es una asesora del hogar de ascendencia aymara que trabajó “puertas adentro” desde su adolescencia. A los 17 años, Rojas comenzó a trabajar, luego estudió Administración de Empresas y actualmente está sacando la ingeniería en esa área.
La actual concejala aseguró que en esta elección “está en juego la continuación de un proyecto ejemplar, que ha entregado condiciones de vida y desarrollo a la comunidad. Yo esto lo he visto como vecina y concejala de Huechuraba durante todo este tiempo, pero también está en juego una señal política profunda”, dijo en entrevista con El Mostrador.
Rojas señaló que son justamente los vecinos quienes deberán decidir “si ser representante de la comunidad debe ser el resultado de un trabajo de décadas, de preocupación real por la gente y del mérito que da la legitimidad o es, por otra parte, el resultado del apellido, el dinero y la influencia de alguien que pisó por primera vez la comuna para ser candidato, sin ningún tipo de rol público anterior”.
“Más que pesar un apellido, lo que realmente pesa es la experiencia en el territorio, y eso no tiene precio”, remató.
Oligarquización de la política
Según Marco Moreno, cientista político y director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, “nuestra democracia tiene varios problemas, pero sin duda que uno de ellos tiene que ver con el fenómeno de oligarquización de la política, lo que tiene que ver con un fenómeno que concentra el poder en manos de una élite reducida y esto debilita la democracia, aumenta la desigualdad y reduce la representatividad y la capacidad de respuesta del sistema político”, afirmó a El Mostrador.
Si bien Moreno destacó que cualquier persona tiene derecho a inmiscuirse en política, “uno de los mecanismos de reproducción de las élites en Chile es este fenómeno de oligarquización. A eso agregamos además el tema de la plutocracia, es decir, de que pueden llegar a obtener el poder por la vía de los recursos económicos, especialmente quienes no han tenido una trayectoria política”.
Finalmente, el académico hizo la diferencia con el caso de Sebastián Piñera, aclarando que el exmandatario “se dedicó a los negocios, después se dedicó a la política y se dedicó a la política en serio”.
Así las cosas, la vara quedó alta para “Max” Luksic y está por verse si dará el ancho en su incursión en la política.