Para muchos habitantes de La Habana, las intensas lluvias de este sábado han transformado las calles en auténticos ríos, especialmente en los municipios de Centro Habana, Cerro, Diez de Octubre, San Miguel del Padrón y Plaza de la Revolución. Las precipitaciones, según informaciones locales, han sido responsables del arrastre de montañas de basura que se acumulaban en las esquinas, contribuyendo al colapso de los drenajes y agravando las inundaciones.
“Esta vez, todo ha sido muy rápido y peor”, comentó Yadira, vecina del municipio Cerro, a 14ymedio. Su relato describe cómo las inundaciones forzaron a su familia a subir a la casa de los vecinos para evitar el agua y la basura que ingresaron en su vivienda. “Empezó a ponerse peor a eso de la una de la tarde”, añadió Yadira.
Las áreas más afectadas, según las imágenes y videos compartidos en las redes sociales, incluyen las zonas bajas próximas al litoral habanero, los alrededores de la Plaza de Cuatro Caminos, la esquina de Infanta y Manglar, y parte de la barriada de Los Sitios. En algunos puntos, el agua ha llegado a superar el metro de altura.
Los temores entre los habaneros no se limitan a las inundaciones. La Habana enfrenta también la amenaza de empeoramiento en la situación sanitaria. La fiebre de oropouche, transmitida por el mosquito Culex que pone sus huevos en agua estancada, se ha extendido por varias provincias cubanas. El portal cubano, dirigido por la disidente Yoani Sánchez, recopiló testimonios que confirman la expansión de la enfermedad, especialmente en barrios de los municipios Centro Habana y Diez de Octubre. Un residente de Diez de Octubre comentó que “el estado de las aguas estancadas y la acumulación de basura son un caldo de cultivo perfecto para los mosquitos”.
Otra preocupación crucial es la estabilidad estructural de los edificios habaneros. Las lluvias incrementan el riesgo de derrumbes en las deterioradas estructuras. Una fuente oficial, que pidió no ser identificada, informó que este viernes hubo 19 desplomes parciales en la ciudad. Hasta el momento, se ha reportado una víctima mortal en El Cerro y varios lesionados, además de cuantiosos daños materiales.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran una ciudad colapsada por el agua. El agua, al superar el metro en algunas zonas, arrojó basura en el entorno, bloqueando desagües y empeorando la situación. Según Yadira, “las lluvias no solo trajeron agua, sino que también arrastraron toda la basura que estaba acumulada”.
En un video difundido en redes se escucha a una mujer del barrio Jesús María gritar “Patria y Vida”, la frase que desde hace años utilizan los disidentes para desafiar al régimen castrista.
Otro video muestra la zona de la Plaza de la Revolución, en La Habana, completamente inundada.
La emergencia climática obligó a muchos residentes a buscar refugio en pisos superiores o en casas de vecinos. Además, los cortes de energía eléctrica impidieron el funcionamiento de bombas de extracción de agua, agravando la situación.
Los servicios de emergencia y limpieza trabajan sin descanso para despejar las principales vías y garantizar el drenaje de las aguas acumuladas. Sin embargo, los esfuerzos se ven frenados por la acumulación de basura y escombros.
Las autoridades han instado a la población a mantenerse en lugares seguros y evitar transitar por las áreas más afectadas. La prioridad, según las declaraciones oficiales recogidas, es preservar la vida de los habitantes frente a este evento climático.
En resumen, La Habana enfrenta una situación crítica debido a las intensas lluvias que han provocado tanto inundaciones como problemas sanitarios y estructurales. Estos desafíos se ven exacerbados por las condiciones previas de basura acumulada y estructuras deterioradas, dejando a la ciudad y sus habitantes en una situación de emergencia.