La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos de Ecuador (SNGR) actualizó este martes las cifras de víctimas que dejó el fuerte temporal que se inició el fin de semana, con 16 muertos, 27 heridos y aún cinco personas desaparecidas. 12 de los difuntos se encontraron en la zona de Río Verde mientras que los restantes cuatro estaban distribuidos entre las provincias de Cotopaxi y Chimborazo.
El pasado viernes se presentaron en 13 de las 24 provincias del país intensas precipitaciones que afectaron a miles de vecinos, muchos de los cuales perdieron gran parte de sus pertenencias o hasta tuvieron que abandonar sus hogares y dirigirse a los seis albergues dispuestos por el Gobierno.
La peor parte de las lluvias se dio en la localidad de Río Verde, donde el domingo se produjo el derrumbe en el sector montañoso de El Placer, que dejó unas 38 casas reducidas a escombros, mientras que los vehículos se destruyeron completamente y muchos animales murieron. También, tres puentes, cuatro edificios públicos y un centro de salud sufrieron daños.
“Debido a las lluvias registradas en el sector, se produjo un deslizamiento de magnitud que afecta completamente la vía de primer orden, afectando a personas y maquinaria que se encontraba trabajando en el sector”, dijo entonces la SNGR.
Se calcula que allí fueron cerca de 1.295 los afectados, aunque la cifra podría elevarse dado que continúan las tareas de búsqueda los rescatistas.
En Chimborazo, en tanto, un deslizamiento de tierra arrasó con los hogares y arrastró un vehículo con cuatro personas a bordo, de las que una aún permanece desaparecida. Allí, sin embargo, “no se pueden realizar labores de limpieza ni de rescate” ya que “al momento sigue descendiendo material pétreo y lodo”, indicó la Secretaría local.
Asimismo, durante el fin de semana, en el volcán de esta provincia se registró la caída de nieve y granizo, que afectó la circulación en la vía que une a las ciudades de Riobamba y Guaranda.
El temporal, sin embargo, no afectó únicamente a la población civil de estas zonas sino que también provocó daños y bloqueos en 20 rutas -especialmente las de la Amazonía y la región interandina central, donde cerca de 2.10 kilómetros se vieron afectadas-, crecidas de al menos 14 ríos que paralizaron al menos dos centrales termoeléctricas y alteraciones en el transporte del crudo pesado.
El Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) debió suspender el lunes sus actividades desde los campos de la Amazonía hasta el puerto de exportación de Balao, en el océano Pacífico -que ronda en los 200.000 barriles por día, aproximadamente- de manera “preventiva”. Según indicó la empresa en un comunicado, se trata de una medida de “fuerza mayor”, debido a que la lluvia aceleró la erosión del río Quijos, lo que deja en riesgo la infraestructura.
El municipio de Penipe se mantiene en estado de emergencia desde el pasado viernes mientras que Baños de Agua Santa está en proceso de declaratoria por la gravedad de la situación. Asimismo, las autoridades monitorean de cerca otros seis ríos en tres provincias, que presentan tendencia a aumentar sus niveles: Tungurahua, Sucumbíos y Morona Santiago.
(Con información de AFP, AP y EFE)