Trasladaron de urgencia al hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega al Hospital Militar de Managua

Humberto Ortega habría sufrido un infarto en su residencia, donde cumple prisión domiciliaria. Había sido sometido a una cirugía hace pocos meses, pero desde su arresto solamente fue atendido por médicos del servicio estatal

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Fotografía de archivo de Humberto
Fotografía de archivo de Humberto Ortega, hermano de Daniel Ortega (EFE/Mario López)

Humberto Ortega Saavedra, hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega, fue trasladado de urgencia al Hospital Militar de Managua en la noche de este martes, informó el periódico local El Confidencial.

El general en retiro de 77 años, quien se encuentra bajo arresto domiciliario, presentó síntomas de un posible infarto mientras estaba en su residencia, según fuentes vinculadas al hospital.

El hermano del jefe de Estado sufre de insuficiencia coronaria y había sido intervenido quirúrgicamente hace algunos meses en el hospital privado Vivian Pellas. Desde que se le impuso el arresto domiciliario, solamente ha sido atendido por médicos del Ministerio de Salud (Minsa), quienes limitan sus visitas a la toma de presión arterial, según agregó el medio citado.

La familia del ex militar solicitó reiteradamente que se le permita recibir atención médica especializada dada la gravedad de su estado de salud. Además del problema cardíaco, Ortega enfrenta complicaciones circulatorias que han provocado la aparición de llagas en sus piernas.

Las fuentes del Hospital Militar revelaron a El Confidencial que Ortega Saavedra fue ingresado solo al centro hospitalario, sin la compañía de su pareja Angélica, también sometida al régimen de arresto domiciliario.

Humberto Ortega
Humberto Ortega

En mayo pasado, el régimen de Daniel Ortega incrementó la persecución contra Humberto luego de una entrevista que este último brindó a Infobae. En ese reportaje, el hermano del dictador resaltó la particular relación que mantiene con Daniel, expuso su criterio sobre lo que sucedería en Nicaragua ante su muerte y las salidas que él vislumbra a la crisis que vive el país.

Preguntado por su salud, Humberto dijo a este medio: “He tenido eventos cardiovasculares graves, en el contexto del tenso y polarizado conflicto político y social, el COVID, del año 2018. Fui ingresado de urgencia en el Hospital Vivian Pellas, de Managua. Posteriormente, desde diciembre del año pasado, sufro nuevos eventos. (...) Operación a corazón abierto fue en el año 2000, en Costa Rica. Ahora no fue un infarto ni una amenaza de infarto. Fue lo que se llama medicamente ‘insuficiencia cardíaca’, que igual te puede matar porque no te permite respirar. Ya estoy de alta en mi hogar, acá en Managua. Me siento bastante restablecido y animado, en la dinámica personal y política”, afirmó en mayo a Infobae.

En la conversación con este medio, Humberto dijo respecto a su hermano Daniel: “Su poder dictatorial no tiene sucesores, tras su muerte deberá haber elecciones”. Luego afirmó que hay miembros del régimen que han querido asesinarlo y que, si las fuerzas políticas en Nicaragua no entran en una negociación pronto, “el país va al desastre”.

Humberto y Daniel Ortega
Humberto y Daniel Ortega

Humberto y Daniel Ortega se integraron en su adolescencia a la guerrilla contra Somoza y luego se convirtieron en comandantes sandinistas. Ambos dirigieron el régimen que gobernó a Nicaragua durante los años 80, Humberto como jefe del Ejército y Daniel como presidente.

Este binomio de poder comenzó a fracturarse en 1990, cuando Humberto Ortega se mantuvo al frente del Ejército en el gobierno de doña Violeta, y Daniel Ortega encabezaba una oposición violenta y radical.

Tras su salida del Ejército, en 1995, Humberto Ortega, de quien se presume maneja negocios millonarios, se dedicó a escribir libros de historia y promover lo que él llama “centrismo humanista”, una corriente de pensamiento que define como acercar posiciones para “contraer acuerdos en beneficio de todos”.

Sus opiniones, ocasionalmente expuestas en el nicaragüense diario La Prensa, agitan las aguas de la política nicaragüense por controversiales o porque sus propuestas de solución a la crisis resultan, al menos “sospechosas”, viniendo de quien vienen.

Humberto Ortega ha mostrado su desacuerdo con muchas de las acciones de su hermano, más que con intención de confrontarlo, para aconsejarlo en estrategias para sobrevivir en el poder. Los hermanos Ortega no son antagónicos, sino que tienen distintas visiones de cómo administrar el poder. Él dice no ser enemigo del régimen nicaragüense ni de la oposición, “aunque tengo puntos de vista encontrados con ellos”.

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