Una mujer fue asesinada cada 34 horas en lo que va del año en Ecuador

Se registraron 108 femicidios. Las organizaciones de Derechos Humanos piden al gobierno que repare a las familias de las víctimas, especialmente a los infantes que quedan en orfandad

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Activistas, grupos feministas y de
Activistas, grupos feministas y de derechos humanos participan en una manifestación en reclamo de sus derechos, en una fotografía de archivo. EFE/ José Jácome

La violencia machista en Ecuador sigue cobrando vidas, así lo demuestran los registros de femicidios de este año. Un informe reciente de la Fundación Aldea reveló cifras alarmantes sobre los femicidios en Ecuador. Según los datos, entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2024, se registraron 108 asesinatos de mujeres por violencia de género en el país. De estos, 61 fueron feminicidios íntimos, sexuales o familiares, 10 transfeminicidios y al menos 31 relacionados con sistemas criminales. De acuerdo con los datos, una mujer fue víctima de femicidio cada 34 horas este año.

Desde 2014, año en que el femicidio fue tipificado como delito en el Código Penal de Ecuador, se contabilizan al menos 1.812 mujeres, niñas y adolescentes asesinadas por razones de género. Las provincias con mayor número de casos en 2024 son Guayas con 25, Manabí con 18, Santa Elena con 7, y Pichincha y Esmeraldas con 6 casos cada una.

El mapeo que realiza la Alianza Feminista, compuesta por varias organizaciones sociales, presenta una realidad más cercana de los femicidios en el país. Los datos oficiales presentan serias diferencias. Por ejemplo, el Ministerio de la Mujer registró, entre el 1 de enero de 2024 y el 5 de mayo de este año, 35 casos de femicidio. En el año 2023, según la cartera de Estado, hubo un total de 108 casos, mientras que el año 2022 cerró con 89 casos. Según el gobierno, desde el 2014, se han registrado 755 femicidios, en comparación con los más de 1.800 que reportan las ONG.

El mapa de femicidios de
El mapa de femicidios de Ecuador entre enero y mayo de 2024. (Fundación ALDEA)

La Fundación Aldea señala que 18 mujeres habían reportado antecedentes de violencia y tres tenían una boleta de auxilio . Además, 17 mujeres fueron reportadas como desaparecidas antes de ser encontradas sin vida. El informe destaca que al menos 1.775 niños, niñas y adolescentes han quedado en orfandad desde 2014. En 2024, son 77 los infantes cuyas madres les fueron arrebatadas.

Según el análisis de la ONG, 35% de los femicidas tenían vínculos sentimentales con las víctimas. Seis asesinos se suicidaron luego de cometer el crimen y otros dos lo intentaron sin éxito.

Un aspecto preocupante resaltado por la Fundación Aldea es el creciente uso de armas de fuego en los feminicidios. En 2019 y 2020, el 9% de estos crímenes se cometieron con armas de fuego. Esta cifra aumentó a 48% desde 2021 y alcanzó el 67% en 2022 y 2023. En 2024, el 61% de los feminicidios hasta mayo fueron perpetrados con armas de fuego. La Fundación Aldea exhortó a las autoridades a buscar medidas más efectivas por parte del Estado para combatir la violencia de género y proteger a las mujeres de los peligros que emanan de estos sistemas criminales.

La crisis de seguridad influye
La crisis de seguridad influye en el cometimiento de femicidios. (Foto AP/Dolores Ochoa)

Los sistemas criminales se refieren a las redes organizadas dedicadas a actividades delictivas como el narcotráfico, trata de personas, pandillas, contrabando y delincuencia transnacional. Estas organizaciones tienen como característica de gobernanza la violencia extrema para mantener el control y eliminar amenazas, lo que contribuye significativamente al aumento de femicidios. Esos sistemas también cooptan a niñas y adolescentes y las integran en sus filas. Dentro de esas organizaciones, explica la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las mujeres en esas estructuras suelen tener papeles que las vinculan al actuar del crimen organizado relacionados con roles tradicionales de género como las tareas de cuidado y en otros como integrantes activas de los grupos delictivos.

El 28 de mayo de 2024, la Asamblea Nacional aprobó la Ley de Reparación Transformadora e Integral, que reconoce a los familiares de las víctimas de femicidio como víctimas directas y establece mecanismos de acompañamiento y reparación desde el primer día del delito. Esta ley fue impulsada por organizaciones de mujeres y familias de víctimas, y ahora se espera la ratificación del presidente Daniel Noboa.

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