El canciller chileno, Alberto van Klaveran, calificó este miércoles de “inaceptables” las declaraciones del fiscal general impuesto por el régimen de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, quien señaló como posibles responsables del crimen del ex militar venezolano Ronald Ojeda a cuerpos de inteligencia chilenos y extranjeros “con intereses espurios”.
“Las declaraciones del fiscal general nacional venezolano son inaceptables, pero no nos sorprenden”, indicó el canciller en un video enviado a los medios.
Van Klaveren aseguró, sin embargo, que el Gobierno no se plantea la ruptura de relaciones diplomáticas porque, apuntó, el objetivo es obtener colaboración y esta “sería más difícil si no tenemos representación en Venezuela”.
“Los cursos de acción diplomáticos siempre están en evaluación y agotaremos todas las instancias para aclarar este horrible crimen”, añadió el ministro.
Ronald Ojeda, de 32 años y militar retirado del Ejército de Venezuela, fue secuestrado el 21 de febrero por personas que simularon ser policías chilenos y que lo sacaron de madrugada en ropa interior de su departamento. Nueve días después, fue hallado muerto dentro de una maleta que había sido enterrada en una barriada de la capital chilena, Santiago.
El pasado mes de abril, el fiscal chileno a cargo del caso, Héctor Barros, vinculó el asesinato con la banda criminal Tren de Aragua, nacida en una cárcel venezolana y extendida por Chile, Perú, Colombia y Bolivia y pidió apoyo a las autoridades venezolanas para esclarecer los hechos.
Dos fiscales venezolanos visitaron la semana pasada Chile y se reunieron con el director de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Fiscalía Nacional chilena (Uciex), Juan Pablo Glasinovic, para colaborar en la investigación.
El caso lleva meses generando fricciones entre ambos países -hasta el punto que el presidente Gabriel Boric llamó a consultas en abril a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri- y acusaciones de falta de cooperación por parte de Chile hacia Venezuela.
Hasta el momento, solo hay un joven detenido, pero hay otros dos sospechosos con órdenes de detención, que las autoridades chilenas creen que están en Venezuela.
El fiscal del régimen chavista aseguró en declaraciones a los periodistas este miércoles que el crimen de Ojeda fue una operación para “enturbiar” las relaciones entre ambos países y rechazó que los dos sospechosos vayan a ser extraditados a Chile en caso de ser detenidos.
“Yo pudiera también decir, y es una teoría ahora que debería ser una línea de investigación, que dicho asesinato fue cometido por servicios de inteligencia extranjeros con apoyo de funcionarios de inteligencia chilenos”, dijo William Saab.
Recordó, además, que Venezuela no extradita a sus nacionales, por lo que, en caso de capturar a los responsables, estos serán juzgados en el territorio nacional con base a “la evidencia recabada por la Fiscalía de Chile”, aunque -aseguró- el país austral no ha entregado “absolutamente nada” de información sobre el caso.
“Lo fundamental es saber qué noticias tienen las autoridades venezolanas sobre los dos ciudadanos de ese país que se encuentran prófugos de la justicia chilena. Esa es la colaboración que estamos exigiendo y es lo mínimo que podemos demandarles”, concluyó el canciller Alberto van Klaveran.
Horas antes, el ministro chileno de Justicia, Luis Cordero, indicó en el canal estatal 24 Horas que “en Chile no se especula sobre casos judiciales” y que se es “respetuoso de las instituciones, de la autonomía del Ministerio Público y la independencia del Poder Judicial”.
Ronald Ojeda no tenía relación con el crimen organizado y desarrollaba actividades lícitas en Chile, que le concedió refugio político. El ex militar, quien escapó de una cárcel venezolana después de ser acusado de conspiración, se calificaba de “preso político” en redes sociales.