Un náufrago ruso quedó varado en Chile y duerme en un aeropuerto

La embarcación de Rimas Meleshyus (72) zozobró cerca de Hawaii y sus rescatistas lo llevaron hasta Punta Arenas, pero perdió sus papeles y no tiene documentos para dejar el país

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Rimas Meleshyus aseguró orgulloso que este no es su primer naufragio.
Rimas Meleshyus aseguró orgulloso que este no es su primer naufragio.

(Desde Santiago, Chile) Las historias de marinos siempre son fantásticas y Rimas Meleshyus, ciudadano ruso de 72 años que lleva dos semanas durmiendo en el Aeropuerto de Punta Arenas (3.000 kms al sur de Santiago), tiene un arsenal de ellas que de seguro darían para una película.

Aunque nació en Lituania, pasó gran parte de su vida en Rusia y en 1988 viajó a Hawai, donde trabaja como traductor pues habla japonés, ruso e inglés con soltura. Como buen lobo de mar, ha realizado varias travesías alrededor del globo. Sin embargo, el 14 de octubre del año pasado su embarcación zozobró en medio del Océano Pacífico. Para su buena ventura, fue rescatado por el crucero francés “Le Commandant-Charcot”, junto a cuya tripulación viajó 18 días hasta recalar en Punta Arenas el 3 de noviembre.

Hasta ahí, todo bien. Pero su problema ahora radica en que tras el naufragio perdió todos sus documentos de identidad, por lo que quedó en una especie de limbo y atrapado en el país.

Como buen aventurero, en vez de echarse a morir Meleshyus vendió las pocas pertenencias valiosas que le quedaban y se abocó a recorrer alegremente el país, visitando La Serena, Coquimbo y Valparaíso. También estuvo en Chiloé y la región de Aysén, y hace poco regresó hasta Punta Arenas. Pero con sus tarjetas de crédito bloqueadas y sin teléfono celular, desde hace dos semanas duerme en al aeropuerto de esa ciudad, viendo la manera de salir de Chile para, de seguro, comenzar una nueva aventura.

Ahora busca llegar al puerto ruso de Vladivostok para luego seguir hacia China, Japón y Corea.
Ahora busca llegar al puerto ruso de Vladivostok para luego seguir hacia China, Japón y Corea.

Marino famoso

A pesar de su pinta de “viejo lobo de mar”, Meleshyus se lanzó a recorrer los océanos a avanzada edad - pasados los 60 años -, precisamente el 2012. Desde esa fecha en adelante ha realizado varias travesías sobre todo por el Pacífico, casi siempre navegando en solitario y - como reconoció hidalgamente -, con muy pocos conocimientos marinos. “Me gusta una aventura fuerte, he estado largos periodos en el mar, con tormentas, espacios calmos y todo tipo de condiciones climáticas”, aseguró a La Prensa Austral, diario que llegó a visitarlo al aeropuerto.

Según contó orgulloso al citado medio, este no es su primer naufragio, pues su embarcación ya se había volcado previamente en lugares tan exóticos como la isla Akutan, en Alaska. También en las costas de México, cuando buscó realizar una circunnavegación vía Cabo de Hornos, lo que no llegó a buen puerto puesto que terminó en la Samoa americana. “Nunca he tenido miedo, amo los océanos, el mar y navegar. Tengo muy buenas memorias de mis viajes”, señaló Rimas.

Un dato curioso es que es un personaje famoso dentro de la comunidad de navegantes a nivel mundial, la que suele celebrar los viajes extremos que realiza, precisamente, con pocos conocimientos. Sus aventuras han sido publicadas en numerosas revistas y en varios foros de internet se elucubran fantasiosas teorías sobre en qué parte del globo se encontrará ahora y cuáles serán sus nuevas aventuras.

Es por ello que gran parte del financiamiento que consigue para sus viajes proviene de otros aventureros como él, fascinados por su historia y estilo de navegación que emula al gran explorador Thor Heyerdahl, quien atravesó el Pacífico en 1947 a bordo de la balsa de madera “Kon Tiki”.

Por ahora, Meleshyus baraja distintas posibilidades, aunque su prioridad es llegar hasta el puerto ruso de Vladivostok, debido a su cercanía con Japón, Korea y China. “Me gustaría ir navegando bajo bandera chilena desde la Patagonia (…) Me gusta mucho navegar y me gustaría preparar para noviembre o diciembre del 2024 un viaje hacia las islas del Pacífico como la Juan Fernández y otras”, remató el aventurero.

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