(Desde Montevideo, Uruguay) - El 95% de los venezolanos que solicitan refugio en Uruguay adquieren ese estatus, pero el proceso para lograrlo es demasiado engorroso. Los pedidos son de a miles, lo que hace que el tiempo para aprobarlos o no sea demasiado largo. El gobierno uruguayo se propuso cambiar ese trámite y resolvió abreviar este proceso al establecer la eliminación de alguna de las etapas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay anunció la implementación de un nuevo procedimiento que permitirá a los solicitantes de refugio de nacionalidad venezolana acceder a la condición de refugiados de forma más rápida, informó el canciller Omar Paganini. Este nuevo instrumento prevé tramitar unos 3.500 pedidos pendientes de resolución por parte de la Cancillería.
La decisión fue anunciada luego de una reunión de la Comisión de Refugiados (CORE), tras la que fue aprobado el mecanismo de estudio “prima facie” (o aprobación acelerada) para esta cantidad de venezolanos que decidieron radicarse en Uruguay. Con la aplicación de este instrumento, los solicitantes no tendrán que cumplir con la instancia de la entrevista.
La decisión del gobierno uruguayo responde a un pedido de varios actores sociales, entre ellos el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). La sugerencia era que se tomara a los venezolanos de una manera “diferente” dada la realidad política que atraviesa el país, explicó Paganini.
“A Uruguay se puede venir sin visa, pero cuando hay interés de refugio político se presentan en la CORE. Este mecanismo lo que habilita es a estudiar cada una de las aplicaciones de manera acelerada y pasar más rápido por los proceso para poder determinar el refugio”, explicó el canciller. El proceso estándar para lograr esta aprobación es más lento, requiere de entrevistas y la formación de un expediente.
El vicecanciller Nicolás Albertoni señaló que los datos históricos muestran que se aprueba el 95% de las solicitudes. “Dado que no necesitan visa quienes van al instrumento de refugio, hay un antecedente que anticipa que es una persona realmente necesitada porque podría entrar por el camino migratorio normal”, aseguró el subsecretario de Relaciones Exteriores.
En 2016, solo eran dos los solicitantes de refugio; a la fecha, son 3.500.
Los venezolanos están segundos en la lista de pedidos, detrás de los cubanos que son unos 20.000. Luego aparecen “números magros” de otros países.
“Con esta población venezolana estaríamos atendiendo casi la totalidad de los solicitantes y de los atrasos que tenemos, que son alrededor de 24.000″, señaló Albertoni.
“Uruguay pasa a estar a la vanguardia. Es una propuesta de Acnur a nivel internacional, que países como Brasil la han tomado pero no muchos más a nivel de América Latina. Uruguay se suma y da una respuesta, con una impronta clara de este gobierno, de atender a la población migrante y hacer más fácil la vida de esta gente, que a veces pasa con un grado de incertidumbre alto, con necesidad de respuesta de dos o tres años”, comentó.
Hace unas semanas, el gobierno uruguayo aprobó un decreto que crea la “residencia por arraigo”, la figura legal que permite resolver la situación migratoria de unos 20.000 cubanos que habitan de manera irregular en el país.
La norma propone una solución legal a los migrantes que fueron rechazados y que requieren una visa para quedarse en el país. Estos ciudadanos podrán continuar el proceso para tramitar la ciudadanía ya que el decreto asegura una “solución transitoria”, que también resuelve la posibilidad de reunificación familiar.
Hay tres tipos de residencia: por arraigo laboral o trabajo por cuenta propia (permanente), arraigo familiar (también permanente) o arraigo para formación (temporaria renovable).
El número de extranjeros que viven en Uruguay está aumentando, impulsado por las olas de llegadas desde Venezuela y Cuba.