El periodista nicaragüense Carlos Chamorro fue galardonado con la prestigiosa Pluma de Oro de la Libertad durante el Congreso Mundial de Medios de Noticias de 2024 en Copenhague, Dinamarca. Este premio, considerado uno de los más altos honores en el ámbito del periodismo, “es un símbolo de la lucha y el coraje necesarios para seguir luchando en nombre de la libertad de prensa”.
En su emotivo discurso de aceptación, Chamorro expresó su profunda gratitud y resaltó la crítica situación de la libertad de prensa en su país natal, Nicaragua. “En un momento en que la libertad de prensa y la libertad de expresión están bajo ataque en Nicaragua, mientras existe un proceso de criminalización del periodismo independiente en otros países de América Latina, me siento profundamente honrado de recibir la Pluma de Oro de la Libertad”, afirmó.
Chamorro no dejó de reconocer el esfuerzo y la valentía de sus colegas. “Es un honor que recibo junto a mis compañeros de Confidencial, quienes hacen posible que sigamos haciendo periodismo de calidad en el exilio; y lo comparto con todos los periodistas independientes de Nicaragua, cuya resistencia, también en el exilio, representa la última reserva de libertad bajo una dictadura totalitaria”, agregó.
El recorrido profesional de Carlos Chamorro es una narrativa de lucha y resiliencia. Su carrera comenzó con el activismo político en el movimiento sandinista de izquierda en los años 80, pasando luego a la fundación de medios independientes durante la transición de Nicaragua a la democracia en los 90. Sin embargo, su trayectoria también lo ha convertido en blanco de un régimen cada vez más autoritario.
A pesar de trabajar desde el exilio en Costa Rica, Chamorro continúa liderando el Confidencial, un medio de investigación reconocido por su periodismo independiente y de calidad en Nicaragua y la región. Este esfuerzo no ha pasado desapercibido. Martha Ramos, directora editorial de la Organización Editorial Mexicana (OEM) en México y presidenta del World Editors Forum, destacó que el premio honra a “un periodista inmerso en la lucha por la libertad, acosado por la tragedia, y que refleja el ascenso y la caída de la nación a la que ha servido durante décadas, cuya lucha y sacrificio continuos reflejan las esperanzas y los ideales de millones de personas por un futuro mejor”.
“En tiempos de polarización, entre extremos políticos, la víctima siempre ha sido –y seguirá siendo– la prensa. Nuestro galardonado lo sabe muy bien. Su viaje desde la política hasta la cima de los medios ha cerrado el círculo y es profundamente personal, reflejando los altibajos del continente al que llama hogar”, añadió Ramos.
La historia de Chamorro está entrelazada con los turbulentos acontecimientos políticos de Nicaragua. Tras el fin de la guerra civil en los años 80 y el regreso de Daniel Ortega al poder en 2007, el régimen comenzó a desmantelar las instituciones democráticas, incluyendo los medios independientes. Chamorro, quien había lanzado exitosos medios como el programa de televisión Esta Semana y la revista Confidencial, se convirtió en un objetivo directo del gobierno.
La familia Chamorro ha sido un baluarte de la resistencia política en Nicaragua. La madre de Carlos, Violeta Barrios, derrotó a Ortega en 1990 para convertirse en presidenta, marcando el regreso del país a la democracia. Su padre, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, director de La Prensa, fue asesinado en 1978, un evento que impulsó a Carlos a ingresar al periodismo como editor del periódico sandinista Barricada.
Durante sus 15 años en Barricada, Chamorro cubrió la guerra civil, las negociaciones de paz y la reconstrucción nacional. Su insistencia en el profesionalismo periodístico lo llevó a criticar al partido a través de las páginas de su propia publicación, lo que lo puso en conflicto directo con Ortega. Fue despedido en 1994, un evento que tuvo un impacto duradero en el periodismo latinoamericano.
A medida que Ortega consolidaba su poder, la prensa nicaragüense enfrentó crecientes dificultades. En 2018, las protestas contra el régimen, alimentadas por las revelaciones de corrupción y abuso de poder descubiertas por el equipo de Chamorro, llevaron a una violenta represión. La policía allanó las oficinas de Confidencial y otras organizaciones de derechos humanos.
Chamorro se exilió brevemente en 2019, pero regresó a Nicaragua, solo para ver a sus hermanos detenidos en el contexto de las elecciones de 2021. Esto lo obligó a exiliarse definitivamente en Costa Rica, donde continúa dirigiendo Confidencial con un equipo disperso por varios países.
“Dedico este premio a todos los periodistas latinoamericanos que se enfrentan a la persecución política y al encarcelamiento, como Víctor Ticay en Nicaragua; José Rubén Zamora en Guatemala; Mayelín Rodríguez en Cuba; y otros que están seriamente amenazados como Gustavo Gorriti en Perú; y el equipo de Armando.Info en Venezuela. La Pluma de Oro de la Libertad es de todos ellos, y este reconocimiento nos anima a no ceder ante la censura y la autocensura, y a hacer más y mejor periodismo, que es la única defensa que tenemos para proteger la libertad y la democracia”, concluyó Chamorro.