La situación de violencia que vive Haití, cuyo aeropuerto internacional ha estado cerrado durante casi tres meses y los puertos siguen bloqueados, ha provocado que el sistema sanitario haitiano se haya visto gravemente afectado, dejando a la población sin acceso a servicios sanitarios esenciales. Por su parte, la ONU advirtió que el sistema de atención en salud corre el riesgo de colapsar, con seis de cada 10 hospitales apenas operativos.
La alerta de la agencia de la ONU para la infancia se produjo cuando finalmente parece estar en el horizonte el tan esperado despliegue de una misión internacional dirigida por Kenia para estabilizar al país sumido en la violencia de las pandillas.
Así lo expuso también este miércoles Médicos Sin Fronteras (MSF) que, en un comunicado, señaló que la creciente inseguridad también está causando serios problemas a las actividades de la ONG, que no puede importar medicamentos ni material médico desde mediados de marzo.
Por ello, hizo un llamamiento urgente a los grupos armados y a las autoridades aduaneras para que faciliten la entrada de suministros médicos y garanticen que la población civil pueda acceder a ellos.
“Si no recibimos nuestros suministros médicos en las próximas dos semanas, nos veremos obligados a reducir considerablemente nuestras operaciones”, afirmó el coordinador de proyectos de MSF, Mumuza Muhindo Musubaho.
En el actual estado de emergencia, “mientras los hospitales siguen cerrando y reduciendo sus servicios, en MSF hemos tenido que aumentar nuestra capacidad de respuesta para hacer frente a la afluencia de pacientes, pero debido a la gran demanda de medicamentos nos hemos quedado prácticamente sin existencias”, apuntó la ONG en la nota.
Más de 30 centros médicos y hospitales han cerrado debido a actos de vandalismo, saqueos o por estar situados en zonas inseguras, entre ellos el Hospital Universitario Estatal de Haití, que es el mayor del país, según la organización humanitaria.
El cierre del aeropuerto desde febrero hasta el pasado lunes 20 de mayo, el bloqueo de los puertos y las enormes dificultades para desplazarse con seguridad dentro del país, han hecho que las instalaciones médicas de MSF sufran desabastecimientos críticos que todavía no se han solucionado.
“La reciente reapertura del aeropuerto de Puerto Príncipe es un primer paso para aliviar las consecuencias del aislamiento, pero los puertos aún siguen bloqueados. Además, en esta situación de emergencia, los procedimientos aduaneros deberían ser mucho más flexibles”, afirmó Musubaho.
“El sistema de salud de Haití está al borde del colapso”, dijo en un comunicado el representante de Unicef en la nación caribeña, Bruno Maes, señalando que millones de niños son ahora vulnerables a las enfermedades y la desnutrición.
“La combinación de violencia, desplazamientos masivos, epidemias peligrosas y una creciente desnutrición ha doblegado el sistema de salud de Haití, pero el estrangulamiento de las cadenas de suministro puede ser lo que lo rompa”, agregó.
“Los contenedores llenos de suministros vitales han sido retenidos o saqueados, al igual que muchos almacenes y farmacias”, informó Unicef, añadiendo que cientos de contenedores con ayuda humanitaria están atrapados en la ciudad, sin poder ser descargados.
“No podemos permitir que suministros vitales que podrían salvar la vida de niños permanezcan bloqueados en almacenes y contenedores. Deben entregarse ahora”, afirmó Maes.
A medida que se van agotando los suministros, los pacientes que sufren enfermedades crónicas como tuberculosis y VIH corren mayor riesgo de empeorar, puesto que muchos de estos tratamientos son imprescindibles para que puedan seguir con vida.
Además, la insalubridad en los asentamientos de desplazados que se extienden por todo Puerto Príncipe aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, a la que no se podría hacer frente por la falta de suministros, si “surgiera una epidemia grave sería desastroso”, dijo el coordinador.
El caos también ha provocado que 40% de todo el personal médico abandone Haití, según la agencia de la ONU.
Unos 4,4 millones de haitianos necesitan ayuda alimentaria y 1,6 millones se enfrentan a “niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda”, afirmó.
Entre marzo y abril de 2024, los equipos de MSF en el país atendieron 9.025 consultas externas, trataron 4.966 casos urgentes (incluidas 869 personas heridas de bala) y 742 víctimas de accidentes de tráfico, e ingresaron a 99 pacientes con quemaduras graves en el hospital de Tabarre, la mitad de los cuales eran niños.
(Con información de EFE y AFP)