(Desde Montevideo, Uruguay) - El gobierno uruguayo aprobó un decreto que crea la “residencia por arraigo”, una figura legal que permitirá resolver la situación migratoria de 20.000 personas que habitan de manera irregular en el país, informó el canciller Omar Paganini. La iniciativa está pensada para los migrantes que ingresan a Uruguay como solicitantes de refugio y que, tras ser rechazados, deciden permanecer en el país.
El decreto propone una solución legal a estos migrantes que fueron rechazados y que requieren visa para quedarse en el país. Las personas que están comprendidas en la nueva figura legal podrán continuar el proceso para tramitar la ciudadanía. Se trata de una “solución transitoria”, que también resuelve la posibilidad de reunificación familiar.
“Aquellas personas que tienen arraigo familiar o laboral pueden tramitar la residencia y, de esa manera, salir de una situación irregular y pasar a un proceso normal para ser ciudadanos legales, si es que lo necesitan”, explicó Paganini.
El decreto también resuelve la “reunificación familiar”, algo que el canciller consideró “muy importante” para sus derechos. “Creemos que es una muy buena noticia para un colectivo importante que hay en nuestro país, que estaba esperando trámites en la Comisión de Refugiados, pero que eran trámites que podrían no salir favorables”, dijo Paganini en una rueda de prensa.
El ministro de Relaciones Exteriores detalló que la mayoría de las personas que están en esta situación son cubanos, porque son quienes requieren visa para entrar. “No la tienen y entran como refugiados, pero no lo son. Ahí se genera este limbo reglamentario que es el que nos permite resolver el decreto”, agregó.
La normativa prevé tres tipos de residencia: por arraigo laboral o trabajo por cuenta propia (permanente), arraigo familiar (también permanente) o arraigo para formación (temporaria renovable).
Esta solución legal permite una “regularización de papeles” porque los migrantes tienen documentos uruguayos, pero no pueden procesar la residencia, pedir la ciudadanía legal ni reunificar a sus familias. “Lo vienen reclamando hace tiempo y esto es un paso muy importante para resolver la situación”, destacó Paganini.
Paganini indicó que se trata de una solución transitoria, que luego será evaluada para ver cómo continuar. “No es una solución definitiva, por lo que no se trata de: ‘Vengan que esto funciona automáticamente’”, aclaró.
El número de extranjeros que viven en Uruguay está aumentando, impulsado por las olas de llegadas desde Venezuela y Cuba.
Los residentes extranjeros representan el 3% de los 3,4 millones de habitantes uruguayos en 2023, frente al 2% de hace una década, según los datos preliminares del último censo. El primer aumento desde 1908.
La población uruguaya atraviesa un estancamiento y, si no fuera por la población extranjera (unas 60.000 personas), los habitantes de Uruguay hubieran estado por debajo de los que contabilizó el Censo de 2011.
Al analizar los primeros datos del estudio meses atrás, el demógrafo Martín Koolhaas dijo en Radio Carve que lo “novedoso” de la información fue la llegada de venezolanos y cubanos (aunque era algo previsible). Los datos preliminares indican que los inmigrantes que viven en Uruguay son 61.810. Si se hace un ranking de las llegadas entre 2011 y 2023, lo lideran los venezolanos (27%), seguido de argentinos (22%) y cubanos (20%).
El demógrafo destacó que el marco normativo de Uruguay es “amigable” para la recepción de inmigrantes. “Es algo acertado que hace Uruguay como país, que tiene que profundizar y mejorar para favorecer los procesos de integración de las personas migrantes”, indicó.
Otro dato que mostró el Censo fue que el saldo migratorio es cercano a cero. “Se compensan las entradas del exterior con las salidas. Pero en realidad antes eran más los uruguayos que retornaban”, analizó.
Koolhaas dijo también que se debería buscar que los retornos de los uruguayos que vivieron en el exterior sea lo “menos dificultoso posible”.