(Desde Santiago, Chile) Es crujiente por fuera y con poca miga por dentro, el pan que consumen todos los chilenos al desayuno, almuerzo y merienda y parte de su acervo cultural: se trata nada menos que de su majestad la marraqueta chilena, que acaba de ser elegida como uno de los mejores panes del mundo, según la enciclopedia culinaria mundial Taste Atlas.
Cosa curiosa, en los primeros tres puestos del ranking aparecen preparaciones propias de América del Sur: el primer lugar del listado es ocupado por el pan de bono de Colombia, con una puntuación de 4.6 estrellas, seguido por el pan de queso de Brasil, con 4.5 puntos. En el tercer puesto del ranking destaca la marraqueta con 4.4 puntos.
Más abajo en la lista quedaron otros panes de renombre internacional como la pampushka de Ucrania, el pan de yuca de Colombia, el bagel de Nueva York y el pan de queso de Antioquía, también en Colombia.
También conocido como pan batido o pan francés, la marraqueta “es el pan más popular en Chile y Bolivia, un alimento básico que suele consumirse tres veces al día”, destacaron desde la publicación, ensalzándolo como un pan que se caracteriza por su crocancia.
“La corteza es tan apreciada que algunas personas incluso sacan la miga antes de consumirla”, aseguraron.
Sus orígenes
Los orígenes de este excelso alimento se remontan a fines del siglo XIX, cuando se produjo una masiva migración de europeos a Chile.
De acuerdo a la historia, fueron los hermanos franceses Teran-Marraquett quienes habrían horneado por primera vez este pan utilizando harina de trigo, agua, sal y levadura. La receta se adaptó rápidamente al paladar local, convirtiéndose en un elemento fundamental de la cultura gastronómica chilena.
El proceso de elaboración de la marraqueta tiene su pequeño secreto: dos bolas de masa se unen y se dividen casi por la mitad antes de hornearse. Esta técnica, junto con el uso de una bandeja de agua en el horno, crea la textura característica de la marraqueta: crujiente por fuera y suave por dentro.
Carlos Reyes, crítico gastronómico con 25 años de trayectoria y director de la revista Viaje al Sabor, explicó a Infobae que “su forma de preparación se asemeja a la del baguette, es un pan que no tiene materia grasa y esa es una de sus ventajas. Es liviano, con poca miga y una cobertura crocante cuando está bien horneado, lo que lo hace ideal para cualquier tipo de sandwich”.
- ¿Es fácil de elaborar en casa?
- No tan fácil, pues es un pan que requiere de un amasado largo, de mucha energía, y los maestros panaderos españoles que dominaban esta industria lograron fabricarlo barato, de manera industrial. Es un pan que sale muy temprano por las mañanas y se reparte en almacenes de barrio en todo el país, los que por la tarde también suelen reponer su stock de pan fresco para tomar la clásica once chilena, nuestra merienda.
- ¿Dónde es recomendable comprarlo?
-La marraqueta ha sido muy imitada por las grandes cadenas de supermercados, que han mantenido la forma pero sin ese sabor tradicional, a la vista son más blancuzcas y sin esa típica crocancia. Eso ha ido tergiversando su naturaleza y por eso la Fechipan (Federación Chilena de Industriales Panaderos), realiza un concurso anual para elegir la mejor marraqueta de Chile.
¿En qué región de Chile se hace la marraqueta más rica?
-Yo creo que tiene mejor sabor desde el BíoBío hacia el norte, donde el clima es más seco. Pero en casi cualquier panadería buena de barrio hacen una marraqueta rica y nutritiva.