La fiscal general del Ecuador, Diana Salazar, quien investiga los casos más emblemáticos de corrupción y narcotráfico en el país, reveló que los sicarios contratados para asesinar a Fernando Villavicencio, que aspiraba a la presidencia de Ecuador, tenían también como tarea matarla. Salazar enfrenta un riesgo personal del 100%, lo cual señala la presencia constante de amenazas inminentes contra su vida. Para resguardarse, la fiscal utiliza un chaleco antibalas y se desplaza acompañada de un grupo policial que porta armas largas. En los alrededores de su despacho en Quito, se han colocado vallas y una tanqueta como medidas adicionales de seguridad. Según algunos expertos, el equipo de protección de la fiscal incluso cuenta con francotiradores.
En el video compartido en YouTube, Salazar explicó: “Creo que es momento de que el país sepa que cuando asesinaron a Fernando Villavicencio, el contrato no era para una sola persona sino que éramos dos. A él lo asesinaron y creo que tratan de cumplir ese acuerdo”. Los riesgos contra la Fiscal se han recogido incluso en una reseña sobre ella en la revista Times, pues fue elegida como una de las 100 personas más influyentes del mundo en la categoría líderes.
En la grabación titulada: Diana Salazar Méndez, nada más que la verdad, la fiscal general habló de cómo su vida ha cambiado por hacer su trabajo y aseguró que vive casi bajo arresto por las fuertes medidas que debe tomar para cuidar su integridad y la de su familia: “No puedo ir a un lugar público ni transitar libremente por las calles. Es el precio que estamos pagando por hacer lo correcto”, señaló.
El 22 de abril, en el sector El Condado, al norte de Quito, dos cuerpos desmembrados fueron encontrados por la Policía. Ese día, la Fiscalía emitió un comunicado que señalaba que esos cadáveres tendrían relación con las amenazas que Salazar había sufrido esos días: “Durante el fin de semana se emitieron informes de inteligencia sobre posibles atentados en contra de la vida de la máxima autoridad de esta Institución, mismos que incluían advertencias de la comisión de otros actos violentos, en caso de no cumplir su principal objetivo”.
Asimismo, en un evento celebrado en marzo, el presidente Daniel Noboa trató de amenizar el acto hablando de las amenazas que él y Salazar reciben: “Ella (Diana Salazar) recibe amenazas todos los días, igual que yo, a veces conversamos y comparamos amenazas, me dice como te fue hoy, dizque me iban a poner un coche bomba. Chuta que pena. Y a ti, que hoy vinieron unos militares y cruzaron la frontera por el norte y me querían matar. Chuta que pena, hablemos mañana a ver cómo nos va. Literal pasan esas cosas”, aseguró el primer mandatario.
Salazar, también señaló que no será candidata en las elecciones generales del 2025, porque al terminar su periodo se dedicará a su familia, a quien ha debido dejar a un lado durante los seis años que ha fungido como cabeza del Ministerio Público.
El video de la Fiscal aparece cuando el correísmo impulsa una campaña para desprestigiarla y mientras la bancada de ese partido impulsa un juicio político en su contra. El pasado viernes, Pamela Aguirre, legisladora presidenta de la Comisión de Fiscalización dijo a Ecuador Chequea que el juicio político contra la Fiscal podría coincidir con la audiencia preparatoria de juicio en el caso Metástasis: “Si es que los dos temas se llegaran a cruzar, la Fiscal tendrá que decidir si es que va a actuar las pruebas dentro de la Comisión”. Ante esto, Diana Salazar respondió: “Las coincidencias no existen. La decisión la tomé el primer día de mi nombramiento: defender al país de las organizaciones criminales, aun a costa de mi propia vida. La sonrisa está demás, señora asambleísta”.
La mañana de este lunes, 13 de mayo, la fiscal acudió a una comparecencia en la Comisión de Fiscalización, presidida por Aguirre. Tras responder unas interrogantes, en la sesión se anunció que hablaría vía telemática Ronny Aleaga, ex legislador correísta, Latin King, procesado en el caso Metástasis y prófugo de la justicia. Ante esto, Salazar dijo que no se prestaría para el show político que pretenden armar y que no pondrá en riesgo ninguna fase del caso en cuestión.