(Desde Santiago, Chile) Por 541 días, Agustín Felipe O’Ryan Soler (21), condenado en Chile a siete años de presidio por delitos de violación y abuso sexual contra dos menores de edad, logró evadir a la justicia tras huir hacia Argentina mientras se encontraba cumpliendo arresto domiciliario. Una red de protección familiar le permitió mantenerse prófugo, pero uno de los viajes de su madre permitió apresarlo finalmente este miércoles, tras varios intentos fallidos, en una localidad rural a 40 kilómetros de Córdoba.
Según antecedentes de la investigación, O’Ryan Soler salió del país de manera ilegal después del 9 diciembre de 2022, día en que le comunicaron la sentencia de 7 años de forma telemática. La noticia la recibió conectado por videollamada a la audiencia, supuestamente desde su casa mientras estaba bajo arresto domiciliario, según consigna un reportaje de BBCL Investiga.
En esa oportunidad, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Curicó (200 km al sur de Santiago) lo condenó por la violación de F.S.G.C, de 16 años de edad, y por el abuso sexual agravado de M.B.B., de 15 años, delitos perpetrados en menos de una semana en fiestas de esa ciudad.
Red de protección
Todo indica que O’Ryan salió del país por un paso no habilitado en el norte, pues registró pasos por Jujuy, una provincia trasandina ubicada al noroeste de Argentina, a la altura de Antofagasta. Desde ese mismo lugar, un desconocido -presumiblemente Agustín- habría intentado hackear la cuenta de Instagram de F., una de sus víctimas.
Carmen Gloria Manríquez, la fiscal que consiguió su sentencia, acusó la existencia de una verdadera red de protección, muy posiblemente coordinada por su familia en Chile, que le permitía cambiar de domicilio en Argentina y mantener un acomodado estilo de vida.
Investigadores que pesquisaron su captura afirmaron que dicha red de protección fue clave, pues se trataba de un joven que pese a su mayoría de edad, tenía “nula experiencia de vida” y era “imposible que fuera capaz de mantenerse solo” en el extranjero.
Madre hay una sola
Fueron las repetidas salidas del país de su madre las que encendieron las alertas de la policía. Viajes a Brasil, Uruguay y a Argentina fueron seguidos de cerca por el equipo liderado por la fiscal Manríquez, hasta conseguir adelantarse a sus pasos y lograr su captura.
“Siempre hacía un recorrido para distraernos, pasando por distintos países para luego tomar un bus o un tren para llegar a Córdoba. Finalmente, la última vez que la seguimos logramos llegar a este domicilio”, señaló la persecutora.
“Conforme nuestras investigaciones, logramos entregarle los antecedentes suficientes al Grupo Operativo de Investigación de Prófugos de la Justicia de Interpol Buenos Aires, quienes, luego de un arduo trabajo que involucra el desarrollo de técnicas investigativas (…) y utilización de elementos tecnológicos que incluyen incluso drones, logran poder dar con su ubicación”, detalló el subprefecto Gerardo Raventós Miller, de la Oficina Central Nacional de la Interpol Santiago, quien de paso destacó el trabajo de la Interpol de Buenos Aires.
Suplantando a su gemelo
Su captura, sin embargo, estuvo cerca de fracasar. Horas antes del operativo, y como si alguien lo hubiese alertado, abandonó la casa donde se ocultaba ubicada en Mendiolaza, una zona de casonas de “gente muy acomodada”, según contó un miembro de la policía argentina a Chilevisión.
La policía argentina sabía que se movía bajo una identidad falsa: la de su hermano gemelo Joaquín Francisco O’Ryan Soler, el que estudia en Canadá. A nombre de este último, el condenado mantenía registrada una camioneta en la que se movía en territorio trasandino. Era fácil, pues según dice una fuente que conoció de cerca a ambos hermanos, “son idénticos, era obvio que se movería con los documentos de Joaquín”.
“Con la autorización judicial respectiva (los policías argentinos) rompieron el domicilio. No lo pudieron encontrar, pero como tenían una labor de inteligencia, establecieron que se encontraba en las proximidades”, explicó la fiscal.
Por ello, el cotejo de las huellas dactilares fue clave, al igual que la coordinación entre las policías chilenas y argentinas.
Extradición
Por estos días, O’Ryan Soler se encuentra en un recinto carcelario argentino a la espera de que se termine de tramitar su extradición, la que ya está en proceso por la justicia chilena.
Y aunque se estima que el proceso podría tardar unos 60 días, las autoridades chilenas confían en que se demore menos, sobre todo después que la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich se refiriera a Agustín O’Ryan como “el chacal chileno” y afirmara que será extraditado a la brevedad.