El presidente chileno, Gabriel Boric, destituyó este viernes a un general y un coronel a raíz de la muerte de un soldado conscripto de 19 años tras un ejercicio militar en el norte del país.
“El presidente ha aceptado la propuesta de renuncia del general (Rubén Castillo) y el coronel (Sebastián Silva)”, informó la ministra de Defensa Maya Fernández, sobre la solicitud del jefe del Ejército Javier Iturriaga de retirar a los militares.
Se trata del comandante en jefe de la VI División, general de brigada Rubén Castillo, y el comandante de la Brigada Motorizada N°24 Huamachuco, coronel Sebastián Silva, donde Franco Vargas, de 19 años, realizaba su servicio militar.
Vargas murió el 27 de abril pasado luego de una marcha de instrucción en la cercanía de la localidad de Putre, a unos 2.500 km al norte de Santiago, a más 3.500 metros de altitud, cerca de las fronteras con Bolivia y Perú.
En un comienzo, el Ejército aseguró que Vargas tuvo problemas respiratorios y se desmayó durante una marcha, por lo que fue trasladado hasta un centro asistencial donde habría fallecido.
Sin embargo, Romina Vargas, madre del joven, denunció que el conscripto fue sometido a maltratos y no se le permitió llevar ropa de abrigo.
“Vargas afirmó ante una comisión del Senado que su hijo pidió ayuda a sus superiores, quienes le habrían respondido con insultos y golpes.”
Sumado a la denuncia, el director del centro asistencial a donde llegó el joven aseguró que este llegó muerto al recinto. La autopsia estableció que Franco Vargas tuvo una muerte súbita por problemas cardíacos.
Tras las acusaciones, el Ejército abrió un sumario, el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó una denuncia por “apremios ilegítimos” y la Corte Suprema designó una jueza especial para investigar el caso.
El jefe del Ejército admitió “contradicciones” en la información inicial, y aseguró que se investigará “si existió ocultamiento de información o derechamente se mintió”.
El caso trajo el recuerdo de la muerte de 44 conscriptos y un suboficial en mayo de 2005 a los que se les ordenó marchar pese a las condiciones atmosféricas adversas, y terminaron atrapados por una tormenta de nieve en una zona cordillerana a 550 km al sur de Santiago.
Líder Mapuche
Entretanto, la justicia chilena condenó a 23 años de prisión a Héctor Llaitul, el principal líder radical mapuche, por varios ataques a la policía y empresas forestales en medio de su lucha por la recuperación de “tierras ancestrales” que reivindica para los indígenas.
La sentencia fue leída en presencia de la jueza Rocío Pinilla, del tribunal penal de la ciudad de Temuco, en el sur de Chile, durante una audiencia virtual.
Llaitul deberá cumplir 15 años de presidio como “autor de los delitos de infracción (...) de la Ley de Seguridad del Estado”, señala la sentencia.
Además, deberá pagar cinco años de cárcel por hurto y tres por atentado contra la autoridad.
“Es una sentencia muy importante. Marca un precedente relevante en la persecución de las organizaciones criminales que operan en la macrozona sur”, aseguró el fiscal regional Roberto Garrido.
Recluido desde hace casi dos años en una cárcel de Concepción (sur), Llaitul, de 56 años, fue declarado culpable el 22 de abril por incitación a la violencia, usurpaciones violentas, hurto simple y atentado contra la autoridad.
(Con información de EFE y AFP)