(Desde Montevideo, Uruguay) - El temporal de los últimos días en Uruguay ha provocado que más de 2.000 personas todavía estén fuera de sus hogares, pero que las lluvias hayan terminado ha dado cierta tregua para que los ríos dejen de crecer. Las crecidas, sin embargo, afectaron las cosechas de soja y arroz y tuvieron efectos graves en algunos departamentos, como Treinta y Tres (al este del país).
Por el crecimiento del Río Olimar, en ese departamento se vieron algunas imágenes insólitas. La Prefectura debió ayudar a trasladar a un niño que tenía problemas de salud y debía ser internado en un sanatorio en bote. La ruta que unía su hogar con el hospital estaba cortada, por lo que debieron recurrir a esa modalidad para llegar al centro de salud.
Además, un hombre de 32 años debió ser rescatado en helicóptero para recibir atención médica. El afectado por las inundaciones tiene problemas renales y necesita realizarse diálisis cada cierto período de tiempo. Por eso, la Fuerza Aérea Uruguaya envió un helicóptero desde Montevideo con el objetivo de rescatarlo. Con la maniobra se buscó evitar el “riesgo de vida” y llevarlo a la capital departamental, ubicada a unos 30 kilómetros.
El intendente de Treinta y Tres, Mario Silvera, definió que la situación en el departamento es “grave” y la describió como la “segunda inundación más grande del siglo”. “Están sufriendo una situación muy difícil al retirarse de sus hogares, de sus pertenencias. Hay que estar al lado de ellos”, declaró, en referencia a los desplazados, a Canal 4.
En una recorrida en helicóptero Silvera pudo ver que los lugares que en general están verdes en el departamento pasaron a ser “un mar de agua”. “El aliciente es que el río está bajando (…) Pese a la gravedad de la situación, está bajo control”, destacó el funcionario.
La intendencia departamental comenzó a planificar el “plan retorno” para que las personas desplazadas regresen a sus hogares, aunque “todavía falta” para llegar a esta etapa. Las inundaciones en el departamento también pusieron en riesgo un puente de la zona porque el agua llegó a rozar su parte inferior.
El Río Olimar alcanzó 9,60 metros sobre su nivel normal, aunque ayer por la tarde había comenzado a bajar, informó El País. Sin embargo, todavía se espera un leve aumento dado que comienzan a bajar las aguas que llegan desde el norte.
Diez de los 19 departamentos de Uruguay están afectados por la situación climática. A los ochos reportados por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) el miércoles (Artigas, Cerro Largo, Durazno, Paysandú, Río Negro, Salto, Tacuarembó y Treinta y Tres) se le sumaron Rocha y Soriano.
En el gobierno aseguran que “lo peor ya pasó”. El director del Sinae, Santiago Caramés, detalló que en Uruguay se sintieron algunas “secuelas” de los sucedido en Brasil, pero explicó que las crecidas en el país se debieron a la cantidad de lluvia que cayó. Ahora el foco está puesto en el cuidado de las personas desplazadas ante el descenso de la temperatura.
En paralelo a los problemas en el país, Uruguay está asistiendo a los uruguayos afectados por las inundaciones en Río Grande do Sur. El Ministerio de Relaciones Exteriores informó en un comunicado que a través de la Oficina de Asistencia al Compatriota se ha colaborado con un centenar de personas. Son 32 los que continúan en contacto y solicitando más información, mientras que los restantes ya retornaron al país o recibieron ayuda del lado brasileño y no requirieron nuevas intervenciones.
Una de las opciones de retorno fue el transporte aéreo desde Florianópolis o el traslado por tierra hasta Sao José do Norte para luego cruzar en balsa y continuar por tierra. Además, Uruguay también asiste con los trabajos de socorro con un helicóptero de la Fuerza Aérea.