Estados Unidos ofreció este jueves a Brasil ayuda para hacer frente a la devastación causada en Río Grande del Sur por las graves inundaciones provocadas por los temporales que azotaron el país latinoamericano en las últimas semanas y que se cobraron la vida de al menos 107 personas mientras que 136 seguían desaparecidas.
“Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de vidas y la devastación causada por las graves inundaciones en el sur de Brasil y extendemos nuestro más sentido pésame a todos los afectados por esta tragedia”, expresó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, a través de su perfil en la red social X.
Al mismo tiempo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que el Gobierno federal estaba trabajando en el sur del país, mientras esperaba que el nivel del agua bajara, y estaba construyendo un canal para llevar agua para atender a las personas afectadas.
Lula, que se desplazó a la zona para “ayudar en la reconstrucción” y agradecer la labor de los voluntarios y las administraciones, rechazó que la “burocracia impidiera la ayuda” a la población local.
“El pueblo brasileño es muy solidario y se está ayudando en Río Grande del Sur. La solidaridad es algo excepcional. Pero también sabemos que hay personas que aprovecharon tragedias como ésta para difundir noticias falsas y perturbar a las autoridades y a los voluntarios que estaban salvando vidas”, lamentó.
Fueron 1,4 millones de personas las que se vieron afectadas de algún modo por un temporal que para los próximos días traerá temperaturas por debajo de los 10 grados centígrados. Para estos días se decretó el estado de alerta por lluvias con volúmenes que podían superar hasta los 100 milímetros, cayendo sobre todo en áreas del centro norte y el este del estado, que tenía 425 de sus 497 municipios afectados.
Agradece ayuda Argentina
Este jueves, el Gobierno brasileño agradeció la ayuda humanitaria enviada por Argentina a los damnificados por las inundaciones.
“Brasil agradece a Argentina la solidaridad y el envío a Río Grande do Sul de dos purificadores de agua y de 72.000 pastillas potabilizadoras, material prioritario para atender a la población afectada”, aseguró la cancillería brasileña en un mensaje publicado en sus redes sociales.
Los purificadores, trasladados en un avión Hércules de la fuerza aérea argentina, fueron desembarcados en la tarde de este jueves en la base militar de Canoas, ya que el aeropuerto de Porto Alegre, la capital del estado de Río Grande do Sul, sigue sin operar por la inundación de sus pistas.
“La embajada del Brasil en Buenos Aires agradece al gobierno de la República Argentina las reiteradas manifestaciones de solidaridad y el envío de importante ayuda humanitaria a los afectados por las inundaciones en el sur del país”, según un mensaje de la representación diplomática republicado por la cancillería.
La entrega del material en el marco de la llamada operación ‘Mano Amiga’ fue supervisada directamente por el ministro de Defensa de Argentina, Luis Petri.
Según el Gobierno argentino, la ayuda fue ofrecida el lunes al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y aceptada inmediatamente, pero tardó dos días en llegar debido a que hasta este miércoles no había ninguna pista habilitada para recibir el avión militar.
La oferta argentina fue interpretada como otra demostración de que las relaciones entre los dos mayores socios del Mercosur se siguen distendiendo tras la crisis provocada por unas declaraciones en las que el presidente argentino, Javier Milei, calificó a Lula como “comunista” y “corrupto”.
En respuesta, Lula, que se abstuvo de acudir a la investidura de Milei, afirmó que la democracia estaba en peligro en Argentina.
El papa envió ayuda
Por otra parte, el Papa envió, a través de la Lismonería Apostólica, 100.000 euros para dar asistencia a la población afectada por las inundaciones. El dinero fue destinado a la Nunciatura de Brasil, que se encargó de distribuirlo. Así lo confirmó el arzobispo de Porto Alegre y presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos Brasileños (CNBB), dom Jaime Spengler.
La donación del Papa “fue enviada a la Región Sur 3 de la Conferencia Episcopal Nacional de Brasil, la región que abarca todo Rio Grande do Sul, para ayudar en todo lo posible”, según explicó en declaraciones a Vatican News —la página web del Vaticano— Spengler, arzobispo de la capital Porto Alegre y presidente de la CNBB.
Tras el rezo del Regina Caeli del pasado domingo 5 de mayo, el Pontífice expresó su solidaridad con las personas afectadas por las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul, después de que el río Guaíba superara el nivel de crecida llegando a más de 4 metros. Tras la oración mariana, Francisco aseguró sus oraciones por las víctimas. “Que el Señor reciba a los difuntos, conforte a sus familias y a los que han tenido que abandonar sus casas”, dijo el Papa.
(Con información Europa Press y EFE)