Un grupo de opositores nicaragüenses alertó desde el exilio de un posible nuevo acercamiento con China, que involucra al proyecto del canal interoceánico y buscaría allanar el camino de Xi Jinping en la nación centroamericana.
Este miércoles, el oficialista Parlamento de Nicaragua dio luz verde a una reforma de la Ley del Régimen Jurídico de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua y de la Creación de la Autoridad del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, de forma unánime, urgente y bajo petición especial de Daniel Ortega. De esta manera, los legisladores retiraron la concesión del proyecto al Hong Kong Nicaragua Canal Development Group (HKND), del inversionista chino Wan Jing, uno de los hombres más ricos del mundo.
El acuerdo alcanzado en 2012 otorgaba la administración del canal por 50 años con una posibilidad de prórroga por el mismo período a cambio de un pago de diez millones de dólares cada año durante la primera década. Asimismo, se brindaba el derecho al 1% del patrimonio de los subproyectos, que se elevaría hasta el 99% al finalizar la concesión.
Sin embargo, bajo las órdenes de Ortega, el importante proyecto quedó ahora sin un inversionista y sería el destino ideal para el dinero de la República Popular China, aseguraron los disidentes.
“Ahora viene la nueva etapa: el endoso de todas las concesiones al Gobierno chino. Entregar Nicaragua a precio de guate (maíz) mojado: la operación vendepatria de los Ortega Murillo”, denunció la legendaria guerrillera sandinista Dora María Tellez mientras lamentaba que el anterior pacto quedara “muerto”.
Por su parte, el desnacionalizado Juan Sebastián Chamorro aseguró que la maniobra del Ejecutivo responde a que “seguramente ya tiene a quién sacarle otra tajada”, apuntando indirectamente al gigante asiático.
En tanto, Félix Maradiaga también vio sospechosa la jugada y sostuvo que “el régimen va a seguir buscando otros socios” para avanzar con el proyecto “vendepatria” dado que tiene incentivos ocultos como la “apropiación de tierras de propiedad privada en la franja del hipotético canal”.
“El megaproyecto del canal era simplemente la lanza de ese esquema de depredación de robo de tierras” y ello no ha cambiado, sumó, por lo que las amenazas están más latentes que nunca.
El reciente anuncio tampoco llevó calma al sector campesino, que ya prevé la incorporación de actores corruptos en el proyecto. “Será difícil que alguien serio se quiera asociar con un régimen ilegítimo, criminal y mafioso” y, por tanto, prometió continuar con sus reclamos hasta que se derogue el plan en su totalidad.
El canal en cuestión buscará unir el mar Caribe con el océano Pacífico, atravesando el sur del país de este a oeste, pasando por el Gran Lago. En total, cubrirá una superficie de 278 kilómetros, con 230 a 520 metros de ancho y unos 30 metros de profundidad.
Por su naturaleza, se cree que Ortega estaría interesado en cederlo a su aliado asiático, con quien mantiene una “asociación estratégica”. Inclusive, el pasado 20 de diciembre describió como “el mejor regalo navideño” y “una gran noticia” la decisión de los países de elevar sus relaciones diplomáticas, restablecidas casi dos años antes, el 10 de diciembre de 2021.
(Con información de EFE)