(Desde Montevideo, Uruguay) - Un grupo de estudiantes de educación secundaria de Rivera (Uruguay) escuchó en una clase una frase de un profesor que los motivó a escribirle una carta a la directora. “En mi familia no contratamos negros porque no son trabajadores, mucho menos los negros brasileños de origen africano, esos son más vagos aún. El brasileño cruza gringo, ese sí es trabajador. Al peón hay que explotarlo de igual manera que al pobre, y si no le gusta, hay que dejarlos morir de hambre”, dijo el docente en la clase, de acuerdo a la versión de los alumnos.
Los estudiantes cursan el tercer año de la orientación agraria en el Polo Educativo Tecnológico de Rivera, en el norte de Uruguay. La carta fue dirigida a la directora Gabriel Gómez, y apuntaba contra dos docentes que “en más de una ocasión” manifestaron “comentarios racistas, clasistas, machistas y xenófobos” en las aulas, según el texto informado por La Diaria.
El docente fue imputado por incitación al odio, desprecio o violencia por la Justicia uruguaya tras sus dichos y tiene prohibido acercarse a los estudiantes que lo denunciaron y comunicarse con ellos.
La defensa del imputado argumentó que “ser peón o pobre” no están entre los motivos por los cuales se podría considerar la incitación al odio. El argumento del acusado fue que el color de piel no fue “el centro de sus dichos”, porque se refirió a “la calidad de peón pobre o vago de la persona”, informó el medio uruguayo.
La jueza Ivana Cantera, sin embargo, consideró que sí se tratan de dichos que pueden ser tipificados por los delitos por los que el docente está acusado.
El documento judicial hace referencia también a las acusaciones que realizó el padre del imputado, Eduardo Guadalupe, quien es diputado por el oficialista Partido Nacional. En su momento, el legislador consideró que la denuncia contra su hijo era “una persecución” hacia él. La jueza, sin embargo, consideró que al padre no le corresponde expresarse sobre este asunto.
La imputación del docente implica que se continuará con la investigación de los hechos, pero se establecieron medidas cautelares. El profesor tiene prohibido cualquier tipo de comunicación con los estudiantes, con quienes además no podrá acercarse a menos de 300 metros, en un plazo de 120 días.
La carta inicialmente fue enviada a la dirección el 10 de mayo de 2023, pero fue recientemente que los alumnos recurrieron a la Asociación de Estudiantes de la Universidad Tecnológica del Uruguay (Autec) para contarles la situación. Hace una semana, el gremio decidió emitir un comunicado pidiendo que la situación se resuelva.
En junio de 2023, en tanto, hubo una movilización de estudiantes, docentes y organizaciones civiles ante la falta de avances en la investigación. El reclamo fue entre tambores, una fogata y declaraciones por micrófono de parte del colectivo afro, que relató las leyes que amparaban a los adolescentes ante hechos racistas.
Por “miedo” y “por amenazas” –contaron– el grupo de estudiantes que hizo la denuncia se redujo y solo tres decidieron continuar en el proceso de investigación, relató entonces una de las estudiantes.
Las autoridades nacionales de UTU –el instituto educativo a la que pertenece el Polo Tecnológico de Rivera– se expresaron preocupadas por la situación y decidieron iniciar su propia investigación. El anhelo, según el presidente Juan Pereyra, fue que los “alumnos puedan estar con tranquilidad”.
Durante la investigación se entrevistaron a estudiantes, a los funcionarios denunciados y a posibles testigos, pero hubo versiones contradictorias, según esta autoridad educativa. Los docentes implicados aseguraron ante ellos que no hicieron las declaraciones que aparecen en la carta.
Los estudiantes, en tanto, protestaron porque no tuvieron ningún tipo de amparo y, durante el año pasado, debieron seguir en contacto con los docentes debido a la falta de medidas que hubo.