(Desde Montevideo, Uruguay) - La condena a 27 años y seis meses de prisión para Leonardo David Sena por el asesinato de Lola Chomnalez generó conformidad en la familia de la víctima. La Justicia tardó casi 10 años en llegar a una sentencia para el homicida de la esta adolescente argentina, que murió en diciembre de 2014 en la playa Barra de Valizas, en Rocha. Su asesino estaba preso de forma preventiva desde el año 2022 y ahora se conoció la sentencia definitiva por “homicidio muy especialmente agravado”.
La reacción de la familia se conoció a través de uno de los abogados, Juan Raúl Williman. Contó que fue él y el otro defensor, Jorge Barrera, quienes le comunicaron telefónicamente la noticia a ambos padres, consignó Montevideo Portal.
Williman agregó que los padres de Chomnalez “estaban muy conmocionados” y que “hay conformidad con la Justicia”. Los defensores también se mostraron satisfechos con el trabajo judicial.
“Por suerte es la condena que esperábamos para Sena”, destacó el defensor.
“Nadie va a estar satisfecho con esto, pero estamos conformes con la sentencia y con la pena, aun sabiendo que esto es revisable y puede ser apelable”, declaró Williman.
“Están con la tranquilidad de que, por lo menos, la sensación de impunidad va cesando”, finalizó el defensor.
La fiscalía, sin embargo, había pedido que se le impusiera a Sena la pena máxima establecida para este tipo de delitos (de 30 años), pero el juez consideró que no se cumplían todos los agravantes para sentenciar esa condena.
Sena, quien ya tenía antecedentes penales, fue detenido en mayo de 2022 en la ciudad del Chuy, en la frontera entre Uruguay y Brasil. Distintos testigos señalaron que era frecuente verlo en la zona de Castillos y Rocha y un cotejo de ADN dio positivo respecto a la sangre que fue hallada en la escena del crimen.
Cuando se conoció la imputación de Sena como el principal sospecho del asesinato de Lola, su madre declaró públicamente que sentía “alivio y esperanza”. “Queremos resguardarnos y ser cautelosos. Siento una mezcla de emociones todas juntas. Predominan el alivio y la esperanza”, dijo entonces en declaraciones a Todo Noticias.
El juez Giménez Vera explicó que a través del material genético se pudo ubicar a una persona. “Fue quien depositó su material genético, valga la redundancia, en la escena del hecho. Es decir, en la toalla que estaba en el interior de la mochila que llevaba Lola el día que falleció y en su documento nacional de identificación argentino (DNI)”, señaló.
Sena había asegurado que era inocente y que su sangre llegó a esos elementos porque se había cortado con una botella de vidrio mientras trabajaba, poco antes de ir tomar mates a la playa, donde encontró la mochila de Lola y sus pertenencias. Pero varios testigos contradijeron su relato.
Por este caso también está preso Ángel Eduardo Moreira, conocido como El Cachila. El cuidacoches fue absuelto en primera instancia por el juez Giménez Vera, pero el Tribunal de Apelaciones revocó el fallo y lo condenó a ocho años de prisión por el encubrimiento del crimen.
La muerte de Lola Chomnalez generó conmoción en Argentina y Uruguay. La adolescente había viajado a fines del 2014 a Barra de Valizas y se alojó en la casa de su madrina. El 28 de diciembre, desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos días después fue encontrada asesinada a cuatro kilómetros del hogar, en una zona de médanos.
La autopsia determinó que murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca por distintas partes del cuerpo.
Para la fiscalía, la adolescente intentó escapar corriendo de sus asesinos y fue alcanzada, herida por un arma blanca y golpeada en la cabeza para finalmente morir asfixiada.