La justicia de Ecuador ordenó revisar la información en los teléfonos celulares y la tablet de Jorge Glas

El ex vicepresidente sentenciado e investigado por corrupción está preso en una cárcel de máxima seguridad

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El ex vicepresidente de Ecuador,
El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas. (EFE/Mauricio Torres)

Un juez autorizó la extracción de información de los dispositivos móviles del ex vicepresidente sentenciado e investigado por corrupción, Jorge Glas, que tras ser asilado por México fue detenido el pasado 5 de abril en la sede diplomática de ese país en Quito. Con la resolución del juez, el Ministerio Público tendrá la facultad de extraer, analizar, materializar y transcribir la información contenida en los dispositivos digitales incautados al ex vicepresidente.

Se explotará una tablet y dos smartphones, todos de la marca Apple. Según consta en la información judicial, uno de los teléfonos móviles carece de número de serie, según lo indicado en el documento de la Función Judicial.

El ex presidente Rafael Correa se han pronunciado sobre el fallo del juez y ha asegurado que la información que se extraiga de los dispositivos no puede ser usada por la Fiscalía, pues el viernes pasado un tribunal declaró la detención de Glas en la Embajada de Quito como “ilegal y arbitraria”, con ese argumento, Correa asegura que los datos de los teléfonos y la tablet serían evidencias “fruto del árbol envenenado”. Ese término legal hace referencia a la evidencia obtenida de manera ilegal o inconstitucional. La metáfora sugiere que, al igual que un fruto contaminado, cualquier prueba derivada de una actividad ilegal está contaminada y no puede ser utilizada en un juicio debido al principio de la “fruta del árbol envenenado”. Esto se basa en la premisa de que permitir el uso de pruebas obtenidas ilegalmente podría incentivar a las autoridades a violar los derechos constitucionales en busca de evidencia. Por lo tanto, cualquier prueba obtenida mediante una actividad ilegal se considera inválida y no puede ser admitida en un juicio.

Rafael Correa junto a su
Rafael Correa junto a su compañero de fórmula Jorge Glas en Quito en el 2012. (REUTERS/Guillermo Granja)

Según el ex presidente, que también es requerido por la justicia ecuatoriana, “buscan crear un nuevo escándalo antes de la consulta del 21 de abril”. Este domingo, Ecuador celebrará una consulta popular y referéndum impulsados por el gobierno de Daniel Noboa, que según los últimos sondeos de opinión goza de una aceptación de alrededor del 70%.

Glas en huelga de hambre

Desde la cárcel de máxima seguridad La Roca, Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador, sentenciado e investigado por corrupción, se ha declarado en huelga de hambre. La abogada de Glas, Sonia Vera, compartió un breve video en X donde el político relató cómo fue su detención en la sede diplomática mexicana.

La tarde del 5 de abril, México concedió el asilo político a Jorge Glas, que había ingresado a la embajada mexicana en Quito en diciembre de 2023. Ese ingresó permitió que Glas evadiera una boleta de detención relacionada con el caso Reconstrucción de Manabí, donde se lo ha vinculado por corrupción. El ex vice de Rafael Correa ya tiene dos sentencias en firme relacionada con el caso Odebrecht y el caso Sobornos. Además, su asistente lo denunció por intimidación. Esa noche, en una incursión que ha sido condenada por los países del mundo, la Policía del Ecuador irrumpió en la sede diplomática mexicana y capturó a Jorge Glas.

En un video, el ex vicepresidente preso contó cómo sucedió el allanamiento a la embajada mexicana en Quito

Tras permanecer la madrugada del 6 de abril en la Unidad de Flagrancia de Quito, Glas fue trasladado hacia Guayaquil, para ser recluido en La Roca, una prisión de máxima seguridad en donde se encuentran líderes criminales y otros presos como el hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, investigado por tráfico de influencias; el ex presidente de la Judicatura, Wilman Terán, y el ex diputado Pablo Muentes; esto últimos vinculados a los casos Metástasis y Purga respectivamente.

Glas aseguró que un agente policial le leyó sus derechos al momento de la detención. También dijo haber sido golpeado y que se desvaneció por la “paliza” que le dieron. Además dijo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le devolvió la dignidad: “El asilo no me dio la libertad, pero me dio la dignidad de ser un perseguido político”, dijo.

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