(Desde Montevideo, Uruguay) Montevideo ha amanecido en los últimos días con varios edificios con graffitis. Pero a diferencia de las pintadas que se pueden ver en los muros de la ciudad o en las paredes sobre la vereda, estas inscripciones tenían una particularidad: estaban en la altura. Sus autores debieron treparse para poder dejar estampado los diseños, un esfuerzo que llamó la atención y que motivó una investigación de la Fiscalía.
Los vecinos de un edificio del Centro de Montevideo ubicado en las calles Mercedes y Vázquez fueron los primeros en verse sorprendidos por un episodio de estas características. Cinco de los seis pisos del inmueble habían amanecido pintados. El administrador del edificio, Mario Turcio, aseguró al noticiero Telemundo que los grafiteros treparon por una parada de ómnibus hasta el primer piso y así fueron escalando.
Uno de los departamentos del inmueble no fue vandalizado porque la televisión estaba encendida y los delincuentes interpretaron que había alguien adentro.
El administrador estimó que que el presupuesto para la limpieza de las paredes está valuado entre 45.000 y 50.000 pesos uruguayos por unidad (unos USD 1.250, aproximadamente), una cifra elevada para quienes residen en las vivienda. “Es gente trabajadora y jubilada”, aseguró Turcio.
La Policía uruguaya identificó a cuatro posibles autores de esos graffitis: tres de ellos uruguayos y uno extranjero. La información primaria, consignada por El Observador, establece que uno de ellos fue escalando y grafiteando las fachadas de los distintos pisos del edificio, mientras los otros tres filmaban la escena.
Dos días después, y a siete cuadras de ese inmueble, otro edificio amaneció grafiteado en sus nueve pisos. La pintada ocurrió a la hora 02.30 de la madrugada del martes y los vecinos se dieron cuenta cuando salieron a trabajar. “Pedimos las cámaras y nos encontramos a cuatro personajes, tres en la vereda del frente, mirando y sacando fotos y uno escalando”, relató Ana Paula López, al noticiero Telemundo. “No tenía ninguna seguridad, nada. Trepó por los ladrillos y lo usó como escalera”, amplió otra vecina, Valeria Mayada.
Las mujeres señalaron que el autor del diseño dejó una firma ya que en la parte de abajo dice “Brasil”, “SP” (que interpretan que es por San Pablo) y un “24″. El diseño fue subido a Instagram, aunque luego eliminado de la red social.
Los vecinos presentaron una denuncia policial y adjuntaron los videos registrados por las cámaras de seguridad. La Policía Científica, en tanto, trabaja para intentar levantar las huellas dactilares.
Según el noticiero uruguayo, los graffitis encontrados en varios edificios de Montevideo tienen similitudes con el Pinchazo, una forma de expresión visual urbana –considerada arte por algunos y por otros, vandalismo– y que tiene su origen en San Pablo. Esta expresión surgió en la década del 80 y pinta de manera ilegal fachadas, monumentos y hasta calles en San Pablo.
Una vez conocidas estas dos situaciones, la fiscal de Flagrancia de 7° Turno, Silvia Naupp, inició una investigación para conocer qué hay detrás de estas pintadas.
La Fiscalía General de la Nación informó que Naupp encomendó a la Policía el relevamiento de testigos y la recolección de registros de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas.
Pero además del inicio de esta investigación, las pintadas también tuvieron repercusiones parlamentarias. El diputado del Partido Colorado Martín Melazzi presentó un proyecto de ley para que se sancione a las personas que pintan grafitis en propiedades privadas sin el consentimiento del dueño de la propiedad.
La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, también se expresó por este asunto. Aunque está de licencia en este cargo –porque es una de las pre candidatas a la Presidencia–, fue consultada en una rueda de prensa y aseguró que está en desacuerdo con que la solución sea con “acciones represivas”.
“Es complejo el fenómeno y poco entendido. Hay una forma de dominarlo que tiene que ver con acciones fuertemente represivas. No creo que esa sea la solución, porque una cosa es tener una expresión artística sobre un muro y otra es tener una suerte de carrera tribal por ocupar espacios”, argumentó.
Mientras está polémica está instalada en Uruguay, otro edificio amaneció este jueves vandalizado. También fue en el Centro de la capital uruguaya, según informó Canal 10. Se trata de un inmueble de siete pisos, que había sido restaurado hace dos meses. Las pintadas son similares a las anteriores y tienen como firmas identificables: “Brasil 2024″ y “Duda”.-