(Desde Santiago, Chile) Poco antes de fallecer trágicamente al estrellarse el helicóptero que pilotaba, el expresidente chileno Sebastián Piñera propuso a los partidos de derecha formar una sola gran coalición que emulara a la Concertación - conglomerado de izquierda que estuvo en el poder entre 1990 y 2010 y que llevó al poder a los presidentes Patricio Aylwin, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet -, a fin de enfrentar los próximos desafíos electorales.
“Chile Vamos debe aspirar a buscar alianzas desde la derecha republicana hacia el centro, Amarillos, Demócratas y hacia la sociedad civil y los independientes”, sostuvo el exmandatario en una de sus últimas entrevistas.
Su anhelo, sin embargo, no llegó a buen puerto y a un día de la inscripción de pactos electorales y primarias legales de cara a las elecciones municipales y de gobernadores de noviembre próximo, Chile Vamos - conformado por RN, UDI y Evópoli - solo inscribirá primarias entre los partidos que conforman esa coalición, sin el Partido Republicano, ni con Demócratas o Amarillos, y con la competencia directa del Partido Social Cristiano que este lunes presentó candidatos en todas las regiones del país.
Republicanos corre solo
Desde el inicio de las conversaciones en la derecha para afrontar “las municipales”, Republicanos, partido al extremo derecho del tablero, rayó la cancha a Chile Vamos.
El partido liderado por José Antonio Kast, segundo en la carrera presidencial según todas las encuestas, bastante detrás de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (RN), notificó a sus vecinos de sector que no habría un “gran pacto” de derecha, y que su proyecto político es distinto al que busca levantar la centro derecha.
Dicho esto, levantaron candidaturas en comuna emblemáticas como Las Condes o Valparaíso, desoyendo los consejos de Piñera y en lanzándose solos a la carrera, a pesar de los esfuerzos de Chile Vamos por volverlos al redil.
En Las Condes, por ejemplo, el partido de Kast puso en entredicho a la actual alcaldesa Daniela Peñaloza, investigada por el pago excesivo de horas extras a algunos de sus funcionarios, y apoyó la candidatura independiente de Marcela Cubillos. La UDI, ante la presión, terminó bajando a Peñaloza, marcando una dura derrota a manos de Republicanos.
Por otro lado está el tema del pacto por omisión - que consiste en llevar al candidato mejor posicionado de la derecha en ciertas comunas específicas, sea cuál sea su partido -, y la lentitud en dicha negociación.
Sobre este escollo, la secretaria general del Partido Republicano, Ruth Hurtado, transparentó que la “indefinición” de Chile Vamos daba paso a que su partido posicionara nuevos nombres.
PSC mete presión y el centro oficializa pacto
El segundo golpe vino este lunes, luego de que Partido Social Cristiano (ex Frente Social Cristiano) anunciara candidatos a gobernadores y alcaldes en todas las regiones del país.
La colectividad encabezada por la diputada Sara Concha presentó 16 candidatos a gobernadores y postulantes a alcaldías en 13 regiones, las cuales chocan con las aspiraciones de la derecha tradicional.
¿Las razones para competirle a Chile Vamos? Según Antaris Varela, secretaria general del PSC, es porque “la derecha ha transado todos los espacios para progresar al país y ha cedido espacios a la izquierda (…) Nosotros estamos levantando una verdad distinta”.
Amarillos y Demócratas
Por otro lado está el llamado “centro político”, conformado por los movimientos “Amarillos” y “Demócratas”, quienes aunque se han visto cada vez más cerca de Chile Vamos, finalmente sellaron un pacto entre ellos a la espera de negociar omisiones.
“Hemos constituido un acuerdo electoral y estamos trabajando para llevar la mayor cantidad de candidatos a alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales”, aseguró el presidente de Amarillos, Andrés Juannet.
Por su parte, Ximena Rincón, presidenta de Demócratas, aclaró que a pesar de las candidaturas, están abiertos a “conversar” el “comuna a comuna” con otros sectores.