Dos personas fueron detenidas este sábado por el caso de cinco turistas secuestrados, interrogados y asesinados en una playa del suroeste de Ecuador, por narcos que al parecer los confundieron con miembros de una banda rival.
Seis adultos y cinco niños ecuatorianos, que habían llegado al balneario de Ayampe el jueves en la tarde, fueron raptados al día siguiente cuando una veintena de personas armadas irrumpió en su hotel.
Las víctimas fueron sometidas a “interrogatorios” y los cuerpos de cinco adultos fueron hallados con heridas de bala en una carretera cercana, dijo el comandante local de la policía Richard Vaca.
Los turistas no tenían vínculos con organizaciones delictivas, pero los atacantes “habrían confundido, aparentemente, a estos sujetos como sus adversarios en (...) la disputa de microtráfico en el sector”, añadió.
En el operativo de captura se incautaron fusiles automáticos, pistolas, explosivos y municiones.
Ecuador, otrora uno de los países más pacíficos de América Latina, está bajo el yugo de las bandas criminales que se disputan a sangre y fuego las rutas del narcotráfico. Un ciclo de violencia que ha provocado un aumento de la tasa de homicidios, que pasó de 6 por cada 100.000 habitantes en 2018 al récord de 43 en 2023.
El presidente Daniel Noboa expresó su “solidaridad con las familias” de las víctimas el sábado en su cuenta de X.
“Esta es una muestra de que el narcoterrorismo y sus aliados están buscando espacios para atemorizarnos, pero no lo lograrán”, advirtió.
En enero Noboa declaró a la nación en conflicto armado interno, tras una violenta arremetida de bandas criminales que dejó una veintena de muertos, ataques a la prensa, explosiones y más de 200 secuestros en cárceles y calles.
Violencia y referendo
Pese al estado de excepción que rige desde enero por orden del gobierno, la violencia en Ecuador no se detiene. El viernes cuatro personas, incluido un militar, fueron asesinados en la ciudad de Manta, en Manabí.
El pasado fin de semana la alcaldesa de San Vicente, en esa misma provincia, fue baleada en un nuevo caso de violencia política. Su muerte se suma al magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio y del alcalde de Manta, Agustín Intriago, en 2023.
El miércoles, un motín en una cárcel de Guayaquil (suroeste) dejó tres presos muertos y seis heridos. Esto ocurrió en el mismo centro carcelario del cual se fugó Adolfo “Fito” Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, una de las principales del país.
Según Noboa, la revuelta carcelaria y reciente violencia “no son hechos aislados”, pues ocurrieron en “vísperas de una consulta popular” que impulsa el gobierno. En su cuenta de X, el mandatario responsabilizó a “narcoterroristas” y sus “políticos aliados” del motín.
Noboa, en el poder desde noviembre, convocó el 21 de abril a un referendo para consultar a los ecuatorianos sobre endurecer o no las medidas para enfrentar al narco. Entre las preguntas está la vía libre para que los militares apoyen a los policías sin necesidad de un estado de excepción, la extradición de ecuatorianos relacionados con el crimen organizado y el aumento de penas por terrorismo y narcotráfico.
Las cárceles ecuatorianas son centro de operaciones de bandas narcotraficantes vinculadas a carteles de Colombia y México. Desde 2021 los constantes choques armados entre estos grupos criminales han dejado más de 460 presos muertos.
Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, Ecuador se convirtió hace años en un centro logístico para el envío de droga a Estados Unidos y Europa.
(AFP)