Gabriela Zapata, ex pareja del ex mandatario boliviano Evo Morales, enfrenta la fase final de un juicio por trata de personas. En las últimas horas, salió a la luz un video de hace tres meses en el que realiza un pedido desesperado al ex jefe de Estado: “Déjame ir”, le suplica.
La mujer actualmente se encuentra en libertad pero podría regresar a la cárcel dado a que la Fiscalía ha solicitado que sea recluida por 15 años en el penal de Miraflores. Ya había estado allí desde el 26 de febrero de 2016 hasta el 29 de noviembre de 2021, cuando fue liberada bajo libertad condicional, recordó el periódico local El Deber.
Zapata fue condenada a 10 años de cárcel por delitos como legitimación de ganancias ilícitas, asociación delictiva y falsedad ideológica. De acuerdo al fallo, referenciado por el medio citado, utilizó oficinas públicas para beneficio personal mientras mantenía una relación con Evo Morales, entre 2005 y 2007.
En el momento de su detención, en 2016, Zapata ocupaba el cargo de gerente comercial de la empresa china CAMC, que había firmado contratos por casi 600 millones de dólares. A pesar de las acusaciones de tráfico de influencias, el Gobierno y la Asamblea Legislativa, controlada entonces por el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), negaron cualquier irregularidad.
El Deber recuerda que Zapata fue detenida cinco días después del referéndum del 21F y salió en libertad el día que Morales llegaba a La Paz con la llamada “Marcha por la Patria”. Este caso ha sido visto por muchos como un símbolo de la corrupción del gobierno de Morales.
Actualmente, está pendiente la sentencia por el caso de trata de personas, relacionado con un supuesto hijo que Zapata habría tenido con Morales. Este hecho ha generado tensión dentro del MAS, donde hay dos facciones disputando el poder mientras que Morales aspira a volver a la Presidencia.
El caso está en el centro del escándalo que se desató tras el referéndum del 21F ya que involucra la supuesta suplantación de un niño para hacerlo pasar como hijo de Morales. A pesar de ser el principal acusador en este caso, Morales no ha asistido a ninguna de las audiencias.
Reiteró que tuvo un hijo con Morales
A principios de mes, en su audiencia de juicio oral, Zapata insistió en que tuvo un hijo con el ex presidente y brindó detalles de las “presiones” a la que fue sometida por el Gobierno de ese momento para señalar que el menor habría muerto.
Imputada por los delitos de trata de personas y asociación delictuosa, la denuncia en su contra fue interpuesta por Evo Morales por la presunta suplantación de identidad del supuesto hijo que tuvieron juntos, detalló el periódico Los Tiempos.
En sus declaraciones en la Sala Penal Cuarta de Sentencia de La Paz, Zapata reafirmó que tuvo un hijo con Evo Morales y que, incluso, fue con el ex mandatario a anotarlo en el Registro Civil.
“El que hace todos los actos es mi ex compañero (refiriéndose a Morales). Él me ha llevado a que vayamos a hacer el registro. Los dos hemos ido, como ha declarado la oficial de registro civil”, dijo Zapata, de acuerdo al reporte de Erbol.
Indicó que ese registro se realizó “unos meses después que ha nacido” el hijo.
Además, relató que en 2016 fue presionada por “altas autoridades” del Gobierno de Evo Morales para salir a declarar que el niño en cuestión había fallecido. Sin embargo, afirmó que ella se negó. “Mi persona se ha rehusado dar esa comunicación para indicar que el niño había fallecido”, manifestó ante el tribunal.
Por último, en otra declaración y siguiendo al diario Los Tiempos, dijo que su detención, el 26 de febrero de 2016, fue pactada con el Gobierno del propio Morales para “justificar la derrota del 21F”.
La mujer fue detenida cinco días después de realizarse el referéndum conocido como el “21F”, en el que el 51 % de los bolivianos rechazó modificar la Constitución para permitir una nueva reelección de Evo Morales.
“El día que me iban a detener se comunicó conmigo el doctor (Wálter) Zuleta a quien había conocido por personeros del Gobierno y me indica que si estaba en mi domicilio, porque ya estaba la vagoneta del Ministerio de Gobierno esperando. Voy, avanzo, veo la vagoneta, me paro atrás de ellos y me subo. Me trasladan a la Felcc (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen) y me indican: ‘Vamos a esperar a la prensa’. Me sacan a los medios indicando que tenía que estar tranquila, que solamente era la situación por la que estábamos pasando y que teníamos que justificar la derrota del 21 de febrero (21F) con esa detención”, concluyó la mujer.