En el marco de una nueva avanzada represiva tras las protestas que sacudieron a Cuba en las últimas semanas, el régimen de Miguel Díaz-Canel prohibió dos procesiones por Semana Santa. Una estaba prevista para realizarse en Bayamo, mientras que la otra iba a llevarse a cabo en el Vedado, La Habana.
“El régimen de Cuba ha prohibido las procesiones en Bayamo. Cuba reprime abrumadoramente la libertad religiosa”, denunció la ONG Prisoners Defenders en su cuenta en la red social X.
En tanto, el párroco Lester Rafael Zayas Díaz narró: “Durante más de 11 años la procesión solo se ha suspendido por la pandemia y en 2023 por falta de personal de seguridad”.
La actividad en el Vedado, La Habana, se realizará en el interior de la parroquia a las 18:00 de la tarde del Viernes Santo, indicó el medio ADN Cuba.
Zayas Díaz, quien criticó a la dictadura de Miguel Díaz-Canel, publicó un mensaje en la cuenta de Facebook de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Dijo que la procesión no fue autorizada debido al “contenido” de algunas de sus homilías.
“Negarla como castigo a un párroco es, además de absurdo, una violación de la libertad religiosa”, remarcó.
Luego indicó que nunca usó el púlpito para hacer política partidista y que sus homilías solo buscan iluminar la realidad desde el Evangelio, denunciar el mal y exhortar a la virtud. “Si alguien ha querido ver en mis homilías otra cosa, ya sea de dentro o de fuera, no es correcta ni bien intencionada su visión”, aclaró.
“Entiendo que el contenido de alguna homilía mía pueda resultar incómodo, suele serlo la verdad. El Evangelio tiene una fuerza que, como a todos nos interpela, a todos nos incomoda”, explicó.
En distintas oportunidades el propio párroco y sus feligreses denunciaron ataques contra la parroquia que lidera, recordó ADN Cuba.
Represión religiosa en Cuba
A principios de año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció la represión religiosa en Cuba tras recoger, analizar y validar un informe de Prisoners Defenders de 2022. Ese año, la ONG y Outreach Aid to the Americas (OAA) elaboraron un escrito sobre la libertad religiosa en la isla, y su afectación por el marco legal y la nueva Constitución del país.
El estudio fue adoptado por el USCIRF, entidad bipartidista e independiente norteamericana, cuya misión es monitorear la libertad religiosa a nivel mundial. Posteriormente, su adopción y difusión conllevó una importante preocupación en el Gobierno de los Estados Unidos sobre la libertad religiosa en Cuba, traduciéndose en la catalogación de la isla como “país represor de la libertad religiosa”.
El texto demostraba, tanto por el estudio jurídico como por las declaraciones de 56 líderes religiosos de cuatro de las religiones más populares en Cuba (yoruba, católica, evangélica y musulmana), que el régimen “reprime y controla de forma absolutista todas las prácticas religiosas en Cuba, creando agrupaciones ficticias en manos del Partido Comunista por medio de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos (OAAR), que forma parte de la cúpula, o Comité Central del Partido”.
Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders, narró los detalles de la denuncia que hizo propia la ONU. “El pueblo sale en masa al exterior para escapar de la esclavitud mental, emocional y física que supone vivir en la isla”, señaló en enero en conversación con Infobae.
“En respuesta a la denuncia de Prisoners Defenders, cinco mandatos y grupos de trabajo de las Naciones Unidas han acusado a Cuba por el patrón gubernamental de control y represión religiosa institucional contra el islam y las religiones católica, protestante y yoruba, contra quienes, según la carta acusatoria, se cometen violaciones de derechos humanos múltiples ejerciendo torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes, tratamientos indignos e inhumanos de las personas privadas de libertad, violando la libertad y la seguridad personal y la prohibición de la detención arbitraria, el derecho a la igualdad ante los tribunales y el debido proceso, el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, el derecho a la libertad de reunión pacífica, el derecho a la libertad de asociación y el derecho a la igualdad ante la ley”, explicó Larrondo.
Y siguió: “Todo un rosario de condenas, de prácticas, de crímenes de lesa humanidad y terrorismo de Estado que el gobierno de Cuba ejerce cada día contra el indefenso pueblo de Cuba, lo que está haciendo que el pueblo salga en masa al exterior para escapar de la esclavitud mental, emocional y física que supone vivir en la isla de Cuba con un régimen que ejerce el terrorismo de Estado”.
Luego indicó que “la carta acusatoria, gravísima, supone un espaldarazo a las denuncias de Prisoners Defenders en el ámbito de la libertad religiosa y también Naciones Unidas refrenda a los mecanismos represivos que Prisoners Defenders apuntaba en informes previos, donde se describía con todo detalle cómo el Estado de Cuba crea falsas organizaciones religiosas como La Liga Islámica de Cuba, la Asociación Cultural Yoruba, el Consejo de Iglesias o los Pastores por la Paz para monopolizar el control sobre todas las religiones mayoritarias en la isla”.