“Mi país (por Argentina) ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer”, habría dicho el embajador argentino Jorge Faurie en un encuentro con funcionarios chilenos y desató el escándalo. A tal punto hubo descontento, que sus polémicas frases terminaron en quejas formal de la cancillería de Chile que presentó cuatro oficios denunciando “la negativa actitud” del diplomático argentino.
“Le hicimos notar al embajador Faurie nuestra preocupación por la situación, a través del Secretario General de la Cancillería”. Con esa simple declaración, la Cancillería chilena confirmó a Infobae lo que ya era un secreto a voces dentro de esa repartición pública: el tenso momento que protagonizó el embajador argentino en Chile, quien habría tratado “irrespetuosamente” a diplomáticos chilenos en una reunión bilateral.
El incidente se registró el pasado viernes 15 de marzo durante un encuentro en el Complejo Internacional Cristo Redentor, conocido también como Paso Los Libertadores. Y las declaraciones que motivaron esta reacción por parte de la Cancillería chilena incluyeron, además de un desaire a la posición de Chile como potencia agrícola, la ignorancia hacia el cargo de delegado presidencial provincial de Los Andes, Cristian Aravena Reyes.
Faurie, quien desempeñó funciones como Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina entre 2017 y 2019, habría cuestionado la validez del mencionado cargo, sugiriendo que el gobierno argentino no le otorga importancia ni reconocimiento.
La polémica ocurrió mientras las dos delegaciones, una chilena y otra argentina, hacían un recorrido por el Área de Control Integrado (ACI), donde trabajan funcionarios a cargo de los controles fronterizos de Aduanas y Migraciones de ambos países, sumado a fiscalizadores del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile.
El objetivo de esta visita era conocer cómo funcionaba el Sistema Integrado Cristo Redentor (SICR), que une las fronteras de Chile y Argentina, junto a las instalaciones del lugar.
Hasta allí habían llegado Faurie; el embajador chileno en Buenos Aires, José Antonio Viera-Gallo; la consejera Francisca Montealegre, segunda autoridad de la sede diplomática chilena; y el cónsul de Chile en Mendoza, David Quiroga Hinojosa.
Pero Viera-Gallo, por orden médica, y debido a la gran altura del lugar de control, los esperó a todos ellos en Mendoza. Las otras autoridades, junto al delegado presidencial provincial de Los Andes, Cristian Aravena, además del representante de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol), Pedro Pablo Silva, y autoridades de ProChile, llegaron al encuentr.
Según recostruyó Infobae, Faurie no saludó al delegado presidencial de Los Andes en la Sala de Reuniones del Área de Control Integrado y lo interrumpió cuando quiso tomar la palabra para presentarse. “El Estado Chileno acostumbra a crear figuras de representación, en especial esta de Delegado, ¿qué es eso, qué es un delegado? Nuestro Gobierno no reconoce tal cargo y no le atribuye ninguna importancia ni validez a la misma”, habría dicho Faurie.
Aravena le explicó que él “representa al Presidente de la República en la Provincia y que su cargo no es antojadizo, sino establecido legalmente (…)”, según se lee en el oficio que llegó a La Moneda.
Otro de los oficios enviados detalla que en ese encuentro el embajador “se alteró al punto de alzar de manera exacerbada su tono de voz y dar golpes en la mesa, increpando al representante de la Dirección de Fronteras y Límites de Chile, Pedro Pablo Silva, manifestado que ‘él tenía años de experiencia y no le iban a venir a contar cuentos’, cuando quisieron explicarle por qué los controles chilenos demoran “en extremo” el tránsito de camiones que salen desde Argentina hacia Chile.
En otro de los oficios, el cónsul Quiroga interpuso un reclamo ante la Dirección de Fronteras y Límites, por las actitudes de Faurie. “En dependencias del complejo Los Libertadores y ante la explicación que se le brindó a propósito de los controles del SAG y el perfil alimentario de nuestro país, Sr. Faurie alzó la voz manifestando que ‘no le voy a aceptar que diga eso, puesto que mi país ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer’. Resulta altamente frustrante que en el encuentro no haya existido una disposición decorosa de la contraparte para indagar detalles precisos sobre las actuales necesidades del SICR. El denuesto citado no fue el único, y acciones como la descrita más bien enlentecen los consensos y obstaculizan avances en esta sensible materia”, señala el documento.
El Mostrador le consultó a Faurie por estos episodios registrados en los oficios, pero según él “no hubo un momento de tensión tan marcado” en el encuentro. Si bien recuerda que dijo que “Argentina era una potencia agrícola”, no recordó haber dicho la segunda parte. “No. No recuerdo haber tenido ninguna expresión así respecto de esto (…), no recuerdo esa parte del diálogo. Creo que fue una reunión positiva (…)”, aseguró.
“Lamento que lo sientan así. Si la frase mía le causó falta, sintieron, se sintieron molestos, bueno, habrá que pedir disculpas sobre esta vez particular. No, no eran con esta intención”, añadió.
En declaraciones a T13 intentó quitarle importancia al asunto: “Ne parece que el tema no tiene la relevancia que ha generado estas últimas horas. Creo que fue una parte de un diálogo entre dos delegaciones. Allí ha estado el contenido de la conversación”.
Este es el segundo incidente que se produce en apenas tres meses, después de que en enero pasado se acusara al embajador argentino de haber declarado que las relaciones de Argentina y Chile son un “desastre” a nivel bilateral.