El Gobierno de Estados Unidos afirmó este martes que espera que el nombramiento de un nuevo primer ministro haitiano suceda “sin más demora” después de que Ariel Henry anunciara su dimisión en medio de la escalada de violencia en el país.
“No sé exactamente cuándo será, pero esperamos que suceda sin más demora”, afirmó este martes el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
La salida de Henry solo será efectiva una vez se forme un “consejo presidencial de transición”, algo que según Miller debe ocurrir en las próximas 24 o 48 horas, y este se ponga de acuerdo en el nombramiento del nuevo primer ministro.
Esta decisión fue adoptada este lunes en una reunión del Caricom en Jamaica con representantes de otros socios internacionales como Estados Unidos y Francia, así como de la ONU.
Henry, que gobierna de forma interina desde julio de 2021, tras el asesinato del mandatario Jovenel Moïse, no asistió al encuentro.
El todavía primer ministro permanece en Puerto Rico, donde lleva una semana varado ante la escalada de la violencia en Haití y las presiones para que renuncie.
El portavoz de la diplomacia estadounidense también se refirió a la decisión de Kenia de aplazar el despliegue de un millar de policías en Haití para encabezar la misión multinacional aprobada por la ONU debido al vacío de poder generado.
El país africano se ha ofrecido a liderar una misión internacional con apoyo financiero de Estados Unidos y Canadá que pretende llevar la estabilidad a Haití, donde bandas armadas se han apoderado de gran parte del país.
Tras un recurso judicial interno, Kenia dijo que enviaba fuerzas como parte de un acuerdo recíproco con el primer ministro haitiano, Ariel Henry.
Sin embargo, Henry aceptó el lunes dimitir como parte de un acuerdo respaldado por Estados Unidos en virtud del cual se crearía un consejo presidencial de transición para formar un nuevo gobierno.
“Me preocuparía cualquier retraso, pero no creemos que vaya a ser necesario”, dijo Miller, y afirmó que “es perfectamente natural (que Kenia) quiera saber que hay un Gobierno que puede acogerlos y que puede solicitarles que desplieguen una misión”.
“Pero creemos que esos son pasos que se darán, como dije, en un futuro muy cercano y que allanarán el camino para que esta misión avance sin demora”, añadió el portavoz norteamericano.
Korir Sing’oei, viceministro keniano de Asuntos Exteriores, se refirió a la decisión de su Gobierno: “Ha habido un cambio fundamental en las circunstancias como resultado de la dimisión del primer ministro”. Y agregó: “Sin una administración política en Haití, no hay ancla sobre la que pueda apoyarse un despliegue policial, por lo que el Gobierno (de Kenia) esperará al establecimiento de una nueva autoridad constitucional en Haití antes de tomar más decisiones sobre el asunto”.
Sing’oei subrayó, sin embargo, que “Kenia reitera su compromiso con proporcionar liderazgo a la MSS (Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad)” en la isla caribeña.
Mientras la comunidad internacional redobla esfuerzos para ayudar a Haití, la situación humanitaria en la isla es cada vez más preocupante.
La concatenación de crisis en que vive sumido el país ha provocado que 1,4 millones de personas estén “a un paso de la hambruna”, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que ha advertido del agotamiento de sus suministros por la falta de acceso y las complicaciones que la inseguridad ha supuesto para todo tipo de movimientos.
Haití es ya “una de las crisis alimentarias más graves del mundo”, como ha subrayado el responsable del PMA en Haití, Jean-Martin Bauer. La agencia ha repartido ayuda a casi 300.000 personas en los primeros diez días de marzo, pero el drástico deterioro de la situación complica cualquier previsión, entre otras cosas porque la cifra de desplazados no deja de crecer y ya supera los 360.000.
El país caribeño está pendiente del envío de una misión internacional para tratar de contener a los grupos armados, pero desde el PMA han recordado que el hambre puede lastrar cualquier avance en materia de seguridad. “Haití necesita algo más que el despliegue de militares”, afirmó la directora ejecutiva de la organización, Cindy McCain.
“Los esfuerzos para restaurar la ley y el orden deben estar acompañados por una respuesta humanitaria igualmente efectiva que responda a las crecientes necesidades”, explicó, en un mensaje dirigido a la comunidad internacional y en el que subrayó que el PMA necesita fondos “desesperadamente” para hacer frente a esta “crisis olvidada”.
“Nuestra operación humanitaria en Haití se está agotando y los fondos para comida caliente se agotarán en dos semanas. Necesitamos que los donantes den un paso al frente para que podamos atajar esta ola de hambre y frenar el avance hacia el caos”, reclamó McCain.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a todas las partes a actuar de manera “responsable” y avanzar hacia acuerdos que permitan “restaurar las instituciones democráticas” del empobrecido país caribeño.
Para ello, hacen falta “elecciones pacíficas, creíbles, participativas e inclusivas”, indicó en un comunicado el portavoz del secretario general, un día después de que Henry anunciase en un discurso que abandonaría el cargo para dejar paso a la Constitución de un Consejo Presidencial y a la designación de un primer ministro interino.
Guterres expresó un particular reconocimiento hacia los actores internacionales que han “facilitado una salida” a la actual crisis política, entre ellos la Comunidad del Caribe (Caricom).
La ONU, en tanto, se compromete a “seguir apoyando a Haití en su camino hacia las elecciones”, después de años marcados por el vacío institucional, especialmente a raíz del asesinato de Moise. Guterres también ha aprovechado para reiterar su “solidaridad inquebrantable” con el pueblo haitiano, apelando a su derecho a vivir con unas condiciones mínimas y “con dignidad”.
La renuncia de Henry fue exigida por uno de los líderes de las bandas armadas que han tomado el control de algunas zonas de Haití, incluida la capital, Puerto Príncipe, para poner fin a una ola de violencia que hasta la fecha ha desplazado a más de 15.000 haitianos de sus hogares.
La violencia en la capital aumentó significativamente desde que, a fines de febrero, se supo que Henry se comprometió a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se considera que debió concluir su mandato el 7 de febrero pasado.
(Con información de EFE y Europa Press)