Cuba confirmó el lunes que ha buscado la ayuda de un programa de asistencia alimentaria de las Naciones Unidas para garantizar el suministro de leche en polvo subvencionada para los niños en la isla, según un reporte divulgado en los medios estatales, una señal que profundiza los problemas económicos.
Cuba había anunciado por primera vez en febrero que estaba luchando por aumentar el suministro de leche a medida que flaquea la producción nacional, mientras la escasez pone presión sobre un plan de subsidios de décadas de antigüedad creado por el fallecido Fidel Castro.
“Cuba solicitó la asistencia del PMA (Programa Mundial de Alimentos) para la compra de leche en polvo a fin de garantizar el suministro a niños y niñas cubanas”, dijo el lunes el medio estatal CubaDebate.
Y aseguró que en los próximos días llegará un barco con 375 toneladas de leche en polvo desde Brasil a raíz de la solicitud de Cuba al Programa Mundial de Alimentos, un organismo de asistencia alimentaria de la ONU, dijo CubaDebate.
Cuba ha culpado a las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y las sanciones más estrictas contra la isla implementadas bajo el anterior del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por alimentar la crisis económica y perjudicar su poder adquisitivo en los mercados globales.
La Habana, sin embargo, dijo el lunes que también había contratado 500 toneladas de leche de Estados Unidos, según las excepciones estadounidenses al embargo comercial que permiten la venta de productos agrícolas, así como 245 toneladas de Canadá y 500 más de Brasil.
En un extenso artículo en el medio oficialista Cubadebate, en el que se confirmó la noticia, no se aclaró si estas últimas forman parte de la ayuda solicitada al PMA, organismo de las Naciones Unidas que se define como “la mayor organización humanitaria del mundo”.
Asimismo, en el texto se asegura que Cuba tiene una relación con el Programa desde 1963, y que el “valor total de las contribuciones realizadas” por la isla “en calidad de donante de azúcar ascendió hasta el 2009 a más de 8 millones de dólares”.
Esta es la primera reacción oficial del régimen insular después de que el PMA confirmara que, por primera vez, el país había solicitado apoyo “emitiendo una comunicación oficial al más alto nivel de dirección” del Programa Mundial de Alimentos.
El organismo de la ONU reconoció una “necesidad urgente” y subrayó “la importancia de esta solicitud”, especialmente en el contexto de “profunda crisis económica que enfrenta Cuba”, algo que a su juicio está impactando “significativamente en la seguridad alimentaria y nutricional de la población”.
La leche escasea desde hace años en Cuba, aunque en general los niños de hasta 7 años (y personas con dietas especiales) podían contar con una cantidad al mes a través de la libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento) a un precio con una alta subvención (2,5 pesos por kilogramo, unos 21 centavos de dólar).
La disponibilidad de leche de fuente estatal, sin embargo, se ha caído en los últimos meses. Algunas provincias han recortado la población priorizada o reducido las cantidades que se entregan, mientras que otras han empezado a distribuir como sustituto bebidas vitaminadas.
Frente a estas dificultades, en Cuba es posible encontrar leche líquida y en polvo en algunas de las empresas del incipiente sector privado, pero a precios inaccesibles para la inmensa mayoría de los cubanos.
(Con información de EFE y Reuters)