(Desde Montevideo, Uruguay) - El empresario del rubro cannábico Gonzalo Aguiar conoció a Romina Camejo cuando ella tenía 23 años. Su primer contacto fue para ser su representante, un rol en el que la llevó a un reconocido festival. Luego iniciaron una relación que, entre idas y vueltas, se prolongó durante tres años. Estuvo marcada por los celos y la violencia, según informó el diario uruguayo El País. El desenlace de este vínculo sería trágico: en la madrugada del lunes Camejo mató a Aguiar a balazos.
Durante la relación, Aguiar y Camejo tuvieron varias separaciones. En cada distanciamiento, la joven volvía a la casa de sus padres en Montevideo. El empresario era el dueño de La Maison, una de las mansiones más grandes de Punta del Este (valuada en USD 5 millones).
En cada distanciamiento, Aguiar viajaba desde Maldonado a Montevideo a reconquistar a la joven y, según la versión del medio uruguayo, luego la agasajaba con buenos autos. Los familiares de ella dudaban si los autos eran de él o si los alquilaba.
El empresario asesinado simuló en una ocasión el falso secuestro de uno de los sobrinos de su ex pareja, que trabajaba con él en la planta de cannabis medicinal que Aguiar tenía en Salto (y por la que luego fue denunciado por estafa).
Aguiar encerró a Camejo y a su sobrino en un hotel y luego le sacó una foto con una capucha. Cuando compartió la imagen, pedía un rescate porque, aseguraba, el joven debía dinero a una boca de drogas. La imagen llegó a los familiares de Camejo, quien pidió a su pareja que intercediera y solucionara el secuestro. Eso le permitía acercarse más en la relación.
Hubo otras mentiras que Aguiar inventó para caer bien. El empresario contactó a actores que se hicieran pasar por amigos de él y, en una reunión, contaron a su pareja que había integrado la Navy Seal, una unidad de élite de la marina estadounidense.
Este lunes, después de amenazarla –según la defensa de la mujer–, Aguiar llegó a la casa en la que vivía su ex pareja. Eran las cuatro de la mañana cuando estacionó su Lamborghini en la puerta. Camejo intentó evitar que el empresario ingresara, pero no fue posible. Entonces, tomó un arma que tenía y le disparó cinco veces al pecho. Luego llamó a la emergencia, pero cuando los médicos llegaron Aguiar ya estaba muerto.
El empresario era investigado por la Fiscalía por denuncias que hicieron desde Canadá los socios de la planta de cannabis medicinal Boreal. Lo acusaron de apropiación indebida, estafa y falsificación de documentos. Además, también pidieron su embargo. Dos fiscalías de Uruguay investigan este caso y buscan determinar si Aguiar lavó dinero.
El fiscal Gilberto Rodríguez ordenó levantar el secreto bancario de Aguiar para saber si el empresario asesinado tenía dinero en su cuenta. El miércoles, a su vez, se reunió con los abogados de la empresa canadiense, que pretendían saber detalles sobre el avance de la investigación.
El caso también tuvo repercusiones en Canadá, el país en el que el empresario vivió hasta 2019, cuando retornó a Uruguay para iniciar el proyecto de la planta de cannabis. La exesposa de Aguiar –que nació en El Salvador pero es residente canadiense– reclamó el auto de alta gama que fue incautado en Punta del Este.
Aguiar vivió varios años en Canadá, donde estableció vínculos con empresarios del sector minero que vieron en Uruguay una oportunidad de invertir. Allí también conoció a Roxana Marroquín, con quien se casó y tuvo dos hijos.
El Lamborghini fue incautado y está a disposición de la Justicia hasta que se defina su destino final. Su exesposa también está embargada por la Justicia de Canadá.